Rehabilitar los edificios históricos del Museo de Pontevedra costará en torno a 12 millones

Por fin la Diputación desveló el futuro de los edificios históricos del Museo de Pontevedra —Castro Monteagudo y García Flórez—, un proyecto de rehabilitación que dejó iniciado el anterior gobierno provincial y que cuenta con tres millones de euros de financiación europea que corre el riesgo de perderse. El vicepresidente provincial, Rafa Domínguez, dio a conocer este jueves la propuesta elaborada por el arquitecto Javier Reboreda. «Hemos trabajado incansablemente pero de manera discreta en este proyecto —subrayó el político—, que es uno de los desafíos del Museo de Pontevedra».

Varias son las cuestiones que saltan a la vista de la propuesta de rehabilitación de los edificios. Las primera es el coste: Domínguez lo cifra «en torno a doce millones de euros», cuatro más de los que había previsto el anterior gobierno. Además de negociar una prórroga de los fondos europeos —tienen que estar ejecutados en marzo del 2026 y la previsión más optimista es que las obras puedan iniciarse a finales del 2025—, la Diputación buscará la complicidad financiera de la Xunta de Galicia.

La segunda cuestión destacable es la solución para conectar ambos edificios: ese paso subterráneo que proyectaba el bipartito y al que el propio Rafa Domínguez se refería en el 2021 como «idea caótica de dinamitar el centro histórico de la ciudad», ahora resulta que, en palabras del vicepresidente provincial, es «imprescindible». Eso sí, matizó que se reduce «a la mínima expresión», pasando de una superficie subterránea que se llegó a cifrar en unos dos mil metros cuadrados a 500. Lo justo para dotar al nuevo espacio museístico de aseos accesibles, de espacios para los trabajadores y de zonas de paso entre uno y otro inmueble.

Esa conexión subterránea es la única modificación de volumen que se plantea en la propuesta para rehabilitar los dos edificios. Javier Reboreda explicó que se respeta al máximo el exterior de ambos inmuebles. Es más, incluso se propone, como ya se había anunciado en el anterior mandato, volver al pasado encalando ambas fachadas, ya que se trata de la mejor protección que se puede dar a las centenarias piedras. También se prevé eliminar las rejas existentes en las ventanas, que son un añadido que no estaban en los edificios originales.

Recuperar la estructura de madera y la carpintería exterior, o la eliminación de «alteraciones» en el interior de los edificios, forman parte también del programa de obras previsto. Además, se dotarán sendos ascensores, uno en cada edificio, y se propondrá un recorrido circular. El arquitecto explicó que lo más complicado desde el punto de vista técnico es «hacer una nueva cimentación bajo muros del siglo XVIII».

Recorrido circular

El acceso será por el Castro Monteagudo, donde a nivel de calle se situará la antesala y zona de ingreso, control de seguridad y tienda del Museo de Pontevedra. La primera y segunda planta acogerán colecciones, y los visitantes accederán en la parte superior de la torre a un ascensor que le llevará al sótano. De ahí pasarán al García Flórez, que también tendrá un recorrido circular y en ascenso.

Una vez visitado este se podrá o bien regresar desandar el camino realizado, o bien cruzar la pasarela que conecta ambos edificios y, a partir de ahí atravesar el jardín, cuya integración en la trama urbana forma parte también del proyecto de rehabilitación.

Los contenidos museísticos que habrá en estos dos edificios una vez recuperados están por desvelarse, pero Domínguez anunció que está ya definido qué se podrá visitar en los edificios centrales, qué seguirá en el edificio Castelao y qué contenidos estarán en santa Clara.

Lo que sí seguirá en el Castro Monteagudo es la cámara de la fragata Numancia, en la que habrá alguna sorpresa.

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