El acusado de la explosión de la pirotecnia de Tui, en el juicio: «Sinto o ocurrido, pido perdón. Outra cousa non podo dicir»

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Francisco García Lameiro, en el juicio de este jueves en la Audiencia Provincial de Pontevedra
Francisco García Lameiro, en el juicio de este jueves en la Audiencia Provincial de Pontevedra Ramón Leiro

Francisco González Lameiro se declara culpable en la Audiencia Provincial de Pontevedra, mientras queda por dirimir la responsabilidad civil de un suceso con dos fallecidos, decenas de heridos y daños en 430 viviendas

26 sep 2024 . Actualizado a las 15:50 h.

«Sinto o ocurrido, pido perdón ás víctimas. Outra cousa non poco dicir». Francisco González Lameiro, el pirotécnico de Tui, quiso hacer uso de la última palabra en sede judicial para disculparse por un suceso que dejó dos muertos, decenas de heridos y daños en 430 casas y 76 vehículos en la parroquia de Paramos el 23 de mayo del 2018, una fecha difícil de olvidar para quienes vieron su vida volar por los aires.

Después de seis años, la Audiencia Provincial de Pontevedra celebró este jueves una vista en la que la parte penal se zanjó en apenas unos minutos después de que el acusado llegase a un acuerdo con la Fiscalía para reducir la pena en el que reconocía los hechos y se declaraba culpable. En el juicio ratificó esa decisión ante el magistrado.

Cumplirá una pena máxima de cuatro años y un día, de los que tendrá que descontar los diez meses que ya ha estado en prisión preventiva. Las escuetas palabras del acusado no curan el dolor de las víctimas, pero como ha dicho el portavoz de la asociación de afectados Paramos-Guillarei, Salvador García, a la salida del juicio, suenan a consuelo después de tanto dolor. «Por fin se ha puesto fin a este largo proceso, el acusado ha manifestado un perdón y nosotros lo agradecemos. Llega tarde porque han pasado seis años, pero lo agradecemos, acaban seis años de calvario que los vecinos hemos sufrido. Ahora pasamos página y esperamos volver a tener una vida normal, que es lo que queremos», señaló el portavoz, emocionado y agotado tras casi dos horas de juicio.

El acusado ha sido condenado por dos delitos de homicidio imprudente, 28 delitos de lesiones por imprudencia, un delito de estragos por imprudencia y tres delitos de riesgo provocado por explosivos contra la vida, la integridad física o la salud de las personas y el medio ambiente.

Ya en la puerta de la Audiencia, Francisco González Lameiro no quiso hacer declaraciones. Serio y muy tranquilo, bajo las escaleras y guardó silencio. Sí habló su abogado para explicar que tras el acuerdo de conformidad tendrá que cumplir «la pena mínima dentro de lo legalmente permitido» y que en año y medio podrá estar ya disfrutando de beneficios penitenciarios. «Queda por discutir ahora la responsabilidad civil, sobre todo para que las víctimas puedan cobrar la indemnización que les corresponde. Creo que Mapfre debe asumir la responsabilidad y ver si se sujeta al límite de la póliza pactada. La aseguradora tiene que pagar por las víctimas», concluyó Valencia después de un juicio que se centró en dirimir si la responsabilidad es de la aseguradora o del acusado.

Una veintena de abogados de las distintas compañías de seguros se sentaron en la sección segunda de la Audiencia Provincial para representar a más de 450 perjudicados. Fue una batalla entre compañeros de profesión. Todas pusieron el foco en Mapfre, responsable de la póliza del acusado, y que podría tener que asumir unas indemnizaciones de casi doce millones de euros. Los daños a los inmuebles afectan a 430 titulares, mientras que hay 76 vehículos perjudicados y 36 personas sufrieron daños físicos, además del fallecimiento de un matrimonio. El representantes de Mapfre en el juicio reconoció que «los hechos se produjeron dentro de la actividad íntima y no mercantil». Agotó los veinte minutos que le concedió el magistrado Xosé Barreiro para defender que el acusado no actuó en el ejercicio de su profesión, pese a que el material fue comprado con el número de identificación fiscal de la empresa.

Como propietario de Pirotecnia La Gallega, almacenó 1,4 toneladas de productos con carga explosiva fuera del control de la Administración, la mitad de ellos procedentes de Portugal. La Fiscalía acusó a García Lameiro de «hacer acopio clandestino de material pirotécnico con capacidad para causar daños por detonación» y actuó con «menosprecio» a la normativa sobre seguridad en materia de explosivos. Ese supuesto material clandestino fue el que explotó el fatídico 23 de mayo del 2018 sobre las cuatro de la tarde y que ahora, seis años después, Francisco asume su culpabilidad, pero queda saber quién es el responsable civil del suceso.