Las Rías Baixas se ganan a los reyes de España, a Leonor y a Juan Carlos I

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Felipe VI y la reina Leitizia cenaron en Combarro el pasado viernes
Felipe VI y la reina Leitizia cenaron en Combarro el pasado viernes ADRIÁN BAÚLDE

Intenso fin de semana con reunión familiar en la Escuela Naval de Marín y visita real a Combarro y Carril

01 oct 2024 . Actualizado a las 09:12 h.

Los reyes de España, Felipe VI y Letizia, disfrutaron este fin de semana de una visita, de carácter privado, a las Rías Baixas, en una semana donde se produjo, además, el tantas veces comentado posible encuentro con el rey Juan Carlos I, que está regateando en Sanxenxo, y al que también asistió la princesa Leonor, que está estudiando en la Escuela Naval de Marín. La Academia de la Armada española se convirtió en el primer lugar de Galicia donde el emérito, los monarcas actuales y la futura heredera al trono se han reunido, aunque desde Casa Real señalaron que se trató de un encuentro «breve».

El rey emérito llegó el lunes de la pasada semana a Sanxenxo para participar en la regata que lleva su nombre, pero mantuvo un perfil bajo en su visita, entre otras cosas porque el jueves la lluvia impidió que saliese al mar y el viernes lo hizo el viento, que sopló en exceso.

Sin embargo, esa obstáculo se convirtió en la oportunidad perfecta, porque permitió que Juan Carlos I se desplazase por la tarde a Marín, en cuya Escuela Naval estaban los reyes Felipe VI y Letizia para la asistencia del monarca a los actos de conmemoración del 40 aniversario de la jura de bandera de su promoción.

Los cuatro pudieron verse, aunque Juan Carlos I salió sin ellos en coche de regreso a Sanxenxo, mientras que, ya caída la noche, los reyes se desplazaron a Combarro, con el resto de sus compañeros de promoción. Allí pudieron degustar de una cena de picoteo y tanto Felipe VI como Letizia se dejaron ver y fotografiar por los vecinos de Combarro. Cabe recordar que el actual monarca ha acudido a Combarro en numerosas otras ocasiones, tanto recientes como más alejadas en el tiempo.

Felipe VI conoce muy bien las localidades de la ría de Pontevedra, porque en 1986 estuvo también un trimestre lectivo en la Escuela Naval como parte de su formación para ser el máximo responsable de las Fuerzas Armadas. Es la misma estela formativa que está siguiendo su hija Leonor.

El sábado los reyes volvieron a dejarse ver, aunque esta vez le tocó a la ría de Arousa y les acompañaba la princesa Leonor vestida de guardiamarina. Los tres estuvieron en un establecimiento hostelero en Carril, donde también pudieron disfrutar de un menú donde los productos marinos, como en Combarro, tienen un lugar muy destacado.

Los monarcas ya se fueron, pero Juan Carlos I seguirá en Sanxenxo al menos hasta el próximo fin de semana, con el objetivo de defender el título de campeón europeo de su categoría de vela, en una competición que se disputará a lo largo de esta semana.

Normalizar las estancias

La visita de este mes está siendo la más mediática del monarca emérito, precisamente por la coincidencia con la princesa de Asturias en Marín. Este año el rey emérito ha acudido casi cada mes desde marzo, pero mantiene un perfil bastante bajo y sin declaraciones. Fuentes de su entorno señalaron en su momento que la intención es que estas visitas se sigan sucediendo, pero sin alardes y con la idea de normalizar sus estancias en la comarca. Sus últimas apariciones en Sanxenxo con la excepción de la actual, apenas tuvieron eco mediático más allá del ámbito deportivo.

Por su parte, Leonor continuará estudiando en Marín hasta diciembre. Embarcará en Cádiz en enero en el Juan Sebastián de Elcano y regresará a Galicia en julio para las celebraciones castrenses del Carmen.

La princesa de Asturias es, de los cuatro, a la que es más fácil encontrar en la calle o en un establecimiento, aunque sin declaraciones,. Desde su ingreso en Marín se la ha visto como una alumna más de la Escuela Naval, disfrutando de las terrazas de los locales de Marín o con sus compañeros en Pontevedra. Los marinenses han asumido con normalidad su estancia y muchos desean que cuando se vaya se lleve un buen recuerdo de su etapa en la villa.