Ismael Arán, otorrino: «Tuve un paciente que llevaba cerca de 20 años durmiendo sentado porque cada vez que se acostaba tenía ataques de vértigo y vómitos»
PONTEVEDRA
El jefe de servicio del CHOP pontevedrés destaca los resultados prometedores de una nueva técnica para el persistente
20 ene 2025 . Actualizado a las 10:08 h.El pasado 7 de enero trascendía que matemáticos gallegos habían creado una metodología para curar el vértigo persistente que se prueba en tres hospitales gallegos. Combina un gemelo digital del oído en 3D y un sillón rotatorio. Uno de esos centros es el Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra (CHOP). Su jefe de servicio de otorrinolaringología, Ismael Arán González (Santa Isabel, Guinea Ecuatorial, 1962), aborda la incidencia de esa patología y lo que supone el proyecto del Centro de Investigación e Tecnoloxía Matemática de Galicia (CITMA-ga).
—¿Qué se entiende por vértigo persistente?
—Se trata de pacientes con una sensación de vértigo (mareo, inestabilidad) que no cede en el tiempo. Aunque en nuestra investigación nos referimos en concreto a pacientes con un tipo específico de vértigo, el vértigo paroxístico posicional benigno, que no cede a pesar de realizar varias veces las terapias habituales existentes.
—¿Qué prevalencia tiene en el área sanitaria o en Galicia?
—El vértigo posicional es la causa más frecuente de vértigo, representando hasta un 50-60 % de casos. En cuanto a su prevalencia, los estudios hablan de que puede afectar hasta a 12.000 gallegos al año, y de estos, hasta en 2.000 puede ser de forma persistente.
—¿Afecta más a hombres o a mujeres?
—Es un poco más frecuente en mujeres, lo que es habitual también en otros tipos de vértigo. No está muy claro el motivo, tal vez tenga que ver con un componente hormonal.
—¿Es una patología muy incapacitante que afecta a muchos aspectos de la vida diaria?
—Por supuesto. No solo en el momento de la crisis, con todo lo que acarrea (náuseas, vómitos, mareo, incapacidad para moverse), sino que, además, puede producir una continua sensación de inestabilidad, que a veces llega a provocar cuadros de ansiedad y depresión. Recuerdo un paciente que llevaba cerca de 20 años durmiendo sentado, porque cada vez que se acostaba tenía ataques de vértigo y vómitos. Su sorpresa fue mayúscula cuando lo curamos con una simple maniobra.
—¿Cómo se trataba hasta ahora?
—El vértigo posicional benigno se trata con una serie de maniobras que se realizan en la camilla de exploración, de forma que recolocamos las otoconias (pequeñas bolas de calcio) en su lugar habitual, fuera de los canales semicirculares del laberinto a donde se han desplazado. El problema es que hasta en un 15 % de los casos no se curaban, y ahí es donde entramos nosotros, aplicando una nueva técnica personalizada, basada en modelos matemáticos desarrollados por nuestros colegas del Grupo de Física no Lineal de la USC, y con la que estamos teniendo resultados prometedores.
—¿Cómo surge la participación del CHOP en el proyecto?
—Lo cierto es que surge por el hecho del enorme interés del Departamento de física no lineal de Santiago, que ha puesto todo su potencial investigador en el campo de la neurofisiología vestibular. Ello ha derivado en la publicación de varios trabajos, que han llevado a plantearse esta investigación en el campo del vértigo posicional persistente. Teniendo la suerte de contar con uno de nuestros mejores especialistas en vértigo, el doctor Andrés Soto y de dos expertos en física no lineal, los doctores Alberto y Vicente Pérez Muñuzuri, que han acompañado y guiado a mi hijo, Ismael Arán, en estos cuatro años de investigación. Nuestro servicio de otorrinolaringología básicamente realiza un trabajo de localización de pacientes con este problema. Hasta el momento hemos remitido siete pacientes.
«Es un hecho inexorable que la IA crecerá hasta límites que muchos ni nos atrevemos a imaginar»
Ismael Arán habla de resultados prometedores con la aplicación de la nueva técnica, pero dice que todavía se necesita tratar a más pacientes con ese tipo de vértigo.
—¿Qué papel juegan esas pequeñas bolas de calcio?
—Estas otoconias forman parte normal de la estructura de nuestro oído, en concreto de los laberintos. Es el hecho de que se caigan de su posición natural (utrículos) y vayan a dar a los llamados canales semicirculares, lo que provoca las crisis de vértigo.
—Físicos, matemáticos y otorrinos juntos, ¿una alianza que permitirá curar a estos pacientes?
—Ese es el deseo de todos los que participamos en este estudio, y lo cierto es que las perspectivas son halagüeñas. Necesitamos tratar más pacientes para que los resultados sean significativos y ello nos permita generalizarlo a otros centros nacionales e internacionales.
—A nivel personal, ¿qué supone trabajar con su hijo, que es físico, en este proyecto?
—Pues podrá imaginárselo. Primero, sorpresa cuando vi que mi hijo se interesaba por el campo del tratamiento del vértigo, al que he dedicado más de 25 años. Segundo, si me lo permite, orgullo, al vivir muy de cerca el enorme esfuerzo que ha dedicado estos cuatro años y que ello le sea reconocido por aquellos expertos que han sido mis referentes todos estos años.
—La inteligencia artificial (IA) está presente ya en muchas especialidades médicas. ¿También en otorrino?
—En pocos años se esta produciendo un crecimiento exponencial de la IA en nuestra especialidad. En algunos hospitales ya se ha convertido en el asistente perfecto para el otorrino. Es un hecho inexorable que la IA crecerá hasta límites que muchos ni nos atrevemos a imaginar. Pero en poco tiempo cuando vayamos al médico, trataremos con sistemas inteligentes que ayudarán al otorrino a hacer la historia clínica y la exploración, nos ayudarán en nuestras pruebas diagnósticas, e incluso ayudarán a nuestros cirujanos.
—El nuevo hospital Montecelo está en su recta final. ¿Supondrá su apertura alguna mejora para su servicio?
—Confío en que sí. Lo cierto es que llevamos tiempo preparándonos para este cambio. De acuerdo con la Gerencia se está planificando como queremos que sea nuestro nuevo servicio de otorrinolaringología. Buscando ofrecer una medicina de calidad y que creo que no va a desmerecer de la que se hace en otros hospitales de nuestro entorno.