La retirada del gran capitán del Cisne: «Estoy tan triste como contento, pero hay que saber decir adiós después de 25 años en el equipo»

PONTEVEDRA

Jugará su último partido en con la camiseta blanca en el pabellón de Pontevedra
17 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Javier Vázquez sabe de antemano que este sábado le va a costar contener las lágrimas. Ya le resulta difícil hacerlo mientras habla de su despedida, pero reconoce que cuando se vea en la pista, con todos la afición en las gradas y dejando atrás 25 años de carrera, no sabe cómo reaccionará. Ya anticipa entre risas, que es «muy llorón». Teme que le hagan coger un micro y se ríe cuando explica que se plantea la posibilidad de grabar un audio en el móvil y ponerlo cuando le toque hablar. Pero bromas aparte, el adiós de Javier Vázquez es la marcha del gran capitán, de un jugador que comenzó con apenas cinco años en el Cisne y que a los 30 se retira del balonmano.
Deja su casa deportiva y a una familia con la que creció. No lo hace porque otro equipo se haya interesado por él. Le costó tomar la decisión de retirarse del balonmano, pero cree que todo tiene un ciclo y el suyo ha acabado esta temporada. «Estoy triste, pero contento. Llevo dándole muchos años vueltas a la idea de retirarme, ya desde Asobal fueron años muy duros mentalmente y toca decir adiós», señala Javiva, que compagina el deporte con su trabajo en el banco. «Físicamente puedo tener ganas de balonmano y sé que podría seguir, pero toca parar», añade.
Ahora echa la vista atrás a una vida de deporte y no cambiaría ni una sola línea. Creció en un equipo en el que su padre fue uno de los primeros entrenadores que tuvo. Y al que le debe mucho deportivamente. Le enseñó a disfrutar jugando. No se olvida tampoco de Edín Covelo ni de Jabato, que convirtió ese equipo de Plata en una locomotora que metió el pie en Asobal hasta en dos ocasiones. Y ahora cerrará la etapa con Quiños en una tarde muy especial. Toca despedir su carrera en casa, ante su afición y con su familia en la grada, en un partido en el que se juegan alejarse el play out de descenso a Primera Nacional.
Entradas gratis
Javi vuelve a ejercer de capitán y pide su equipo «jugar a muerte» ante el Lanzarote. El club ha puesto las entradas gratuitas para llenar el pabellón municipal.
Y después de llevar las riendas del equipo este sábado, llegará el domingo, cuando el gran capitán sea ya exjugador del Cisne. «A partir de ahí tocará seguir trabajando y deportivamente va a ser complicado encajar tantas horas», explica. Eso sí, lo primero será descansar en verano después de quince años «hipotecados» por el balonmano.
Ahora es el momento de ver los partidos como espectador, pero su alma de deportista ya maquina en qué se puede entretener. Ha empezado a hacer sus pinitos en el golf y con humildad reconoce que «le doy bastante bien». Tampoco descarta empuñar una pala de pádel para matar la necesidad de competir. Pero por ahora es pronto para todo eso. Javivi, como le llaman sus amigos, jugará hoy su último partido de balonmano después de un cuarto de siglo enfundándose la misma camiseta cada fin de semana. Y así durante 25 años. «Tomando algo con mis compañeros al salir del entrenamiento, recordé un día que llegamos en bus de Huesca a las seis de la mañana, me duché en casa de Jabato en Vigo y a las siete me fui para el banco. De estas hay mil, era demasiado», comenta a modo de anécdota para explicar el sacrificio de compaginar el deporte de élite y el trabajo. Hoy aparca uno de los dos en un partido que también será la despedida de Mateo Arias. A pesar del sentimentalismo que supondrá el encuentro de esta tarde, Javier mira a los compañeros que ya dieron el paso de dejar el Cisne y concluye con humor: «No los veo tan mal, habrá que probar».