El vecino que «borró» la zona de servicios en Palamios tendrá que pagar 281 euros al Concello de Pontevedra

PONTEVEDRA

Fue condenado por delito leve de daños por pintar de blanco las líneas amarillas
27 jun 2025 . Actualizado a las 08:53 h.A principios de septiembre del año pasado la calle Palamios, en Pontevedra, amaneció con barra libre para aparcar: las líneas amarillas que delimitaban la zona de aparcamiento de servicios (máximo de 15 minutos) habían sido sustituidas por lineas blancas y la señal vertical que detalla la condición de zona de servicios, emborronada con pintura gris lo que hacía imposible su lectura. Los conductores que pasaban por la zona asumieron el cambio y rápidamente la zona de llenó de vehículos estacionados.
Pero no era real. En realidad se trataba de una acción reivindicativa protagonizada por un vecino de la zona que, tras varias reclamaciones ante el Concello de Pontevedra reivindicando zonas de estacionamiento libre en el barrio, no tuvo mejor ocurrencia que elevar el tono suprimiendo por su cuenta y riesgo las líneas amarillas.
La Policía Local lo identificó —entre otras cosas siguiendo un rastro de gotas de pintura en el portal del edificio donde reside— y se formalizó la correspondiente denuncia. Eso sí, en los escasos días en que se tardó en limpiar la pintura no se pudo multar a nadie por aparcar allí.
El Juzgado de Instrucción número 2 de Pontevedra acaba de fallar sobre el caso y al hombre no parece que le haya salido excesivamente cara su acción: fue condenado por un delito leve de daños a una multa de un mes a razón de 3 euros diarios (90 euros) y a indemnizar al Concello en 281 euros, que fue lo que costó la limpieza de la pintura en el pavimento de la calle y en la señal. La Fiscalía había pedido la libra absolución debido a falta de pruebas.
El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), que dio cuenta de la sentencia tras la Xunta de Goberno Local, señaló que el Concello había solicitado una pena mayor que la que finalmente se impuso por lo que en un principio se desconocía si era una broma pesada , un acto de vandalismo o una reivindicación vecinal... y acabó siendo esto último.