Vaipolorío celebra su cuarto de siglo arrancando con las batidas de limpieza

A. Davila PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Trabajos de limpieza del río Gafos a cargo de Vaipolorío
Trabajos de limpieza del río Gafos a cargo de Vaipolorío VAIPOLORIO

La asociación muestra su preocupación por la bajada en el caudal del río

26 jul 2025 . Actualizado a las 21:36 h.

Este verano Vaipolorío cumple un cuarto de siglo dedicado al estudio y la limpieza del río Gafos. Nacida en 2001 con una ambiciosa campaña de 20 batidas para empezar a limpiar el curso fluvial, la asociación se ha convertido en la voz de quienes reclaman un cauce más limpio y vivo en Pontevedra.

En sus inicios, aquella primera gran batida permitió conocer el estado real del Gafos. Aquel volumen de trabajo fue el punto de partida para consolidar las cinco jornadas anuales de limpieza que desde entonces reúnen a decenas de voluntarios comprometidos con el entorno fluvial.

Para este año, Vaipolorío prepara un calendario de seis jornadas. La primera arranca este domingo a la 10.00 horas desde el albergue de los peregrinos de Pontevedra y las demás se irán repetirá cada domingo hasta el 31 de agosto. Hay una docena de inscritos para el día inaugural, una cifra inferior a la habitual, aunque siempre se suman algunos espontáneos sin previo aviso.

Xosé Feijoo, portavoz de la asociación, será uno de los que este domingo se calzará sus botas para comenzar con los trabajos de adecentamiento del río, que arrancarán en su tramo urbano. Está especialmente preocupado porque el caudal del Gafos no deja de descender: «el río lleva muy poca agua. A efectos de limpieza es cómodo porque nos permite movernos mejor dentro del agua, pero este es un dato preocupante que venimos ya observando a lo largo de los años», insistió, recalcando que la salud del río debe ser la prioridad de administraciones y vecinos.

Según Feijoo, el tramo rural del Gafos ya presenta un aspecto muy saludable, tras años de trabajos de limpieza y vigilancia. En cambio, el tramo urbano continúa acumulando bolsas, latas, plásticos y vertidos no sólidos, estos últimos difíciles de retirar en estas batidas.

Pese a que los operativos de recogida son los que más visibilidad dan a la asociación, Feijoo recalca que representan apenas son «el 20% del trabajo de Vaipolorío». Las colaboraciones con universidades y expertos, dedicadas a catalogar líquenes, fauna y flora del entorno fluvial, son parte del legado que estos amantes del Gafos quieren dejar en su ciudad. Este enfoque científico ha permitido generar datos únicos sobre la biodiversidad del río.

En 25 años de campañas, la colección de desperdicios ha abarcado desde lo cotidiano hasta lo insólito. La asociación atesora hoy cerca de 200 botellas de cristal antiguas y ha recogido objetos tan sorprendentes como una máquina de escribir, una mina anticarros o una granada de mano. El año pasado apareció una bacinilla cuya imagen este año sirve como emblema del cartel de las campañas de limpieza. Con todo lo recuperado, se podría «llegar a montar un museo», bromea el portavoz de Vaipolorío.

Un Gafos para la ciudad

Desde Vaipolorío no ocultan su ilusión ante el proyecto de destapar el Gafos en su tramo urbano, un ambicioso plan que devolvería el río a la ciudad. Sin embargo, Feijoo teme que la lentitud de los trámites diluya la financiación europea fruto de los por retrasos.

Además, la asociación reivindica la recuperación del patrimonio etnográfico ligado al Gafos. Claman por el deterioro de antiguos molinos y, muy especialmente, del puente de O Couto. Esta estructura medieval, posiblemente con huellas de romanas, por la que transcurre una de las rutas del Camino de Santiago denuncian que se encuentra en un «estado de abandono sangrante».

En este aniversario, Vaipolorío continúa su labor de defensa de un Gafos limpio y vivo, poniendo foco en el caudal, la biodiversidad y la historia que corre junto a sus aguas. Su mensaje es claro: sin un río sano no hay ciudad ni naturaleza posibles.