Los «centinelas» del Ejército se retiran del monte gallego tras mes y medio de lucha antiincendios: «Han demostrado que las Fuerzas Armadas son necesarias»
PONTEVEDRA
Con la Operación Centinela 25 se desplegaron 180 militares por 39 municipios y llegaron a realizar 280.000 kilómetros y a avistar 88 quemas, conatos y reavivamientos de fuegos
02 oct 2025 . Actualizado a las 20:42 h.El 23 de agosto, con Galicia todavía sufriendo la ola de incendios y después de que la Xunta criticase la tardanza del Gobierno en desplegar a la UME (la Unidad Militar de Emergencias) la ministra de Defensa, Margarita Robles, vino a Pontevedra, a la base de la Brilat, para dos cosas: contabilizar todos los medios de las Fuerzas Armadas que estaban presentes en aquel momento en el monte gallego, tanto de la UME como del Ejército de Tierra y la Armada, y garantizar que los militares no se irían del monte «hasta que fuese necesario». O, dicho de otro modo, hasta que la Xunta, que es quien gestiona la extinción de incendios, así lo ordenase. Esa orden debió de llegar ya a las Fuerzas Armadas, porque el Ejército de Tierra y la Armada acaban de retirarse de los monte gallegos.
Se dio por rematada la Operación Centinela 25, que el Ejército considera que fue «clave para prevenir los incendios forestales». Estos militares, al revés que los de la UME, que actúa contra el fuego, se dedicaban a la vigilancia y prevención, aunque en los momentos más críticos hicieron todo lo que se necesitaba para apoyar a sus compañeros de la unidad de emergencias.
El día 15 de agosto, el Ejército de Tierra desplegó 35 patrullas, formadas por militares del Ejército de Tierra y de la Armada, en un total de 39 municipios. Treinta patrullas de la Brilat de Pontevedra desarrollaron misiones de vigilancia en Lugo, Ourense y Pontevedra mientras que otras cinco patrullas integradas por los infantes de marina del Tercio Norte (Ternor) de la Armada, con sede en Ferrol, se distribuyeron por distintos municipios de la zona sur de la provincia de A Coruña.
Ya con las patrullas desplegadas, la situación de los incendios empeoró sobremanera en Galicia. Y entonces la Xunta solicitó que se reforzase la operación Centinela. Así se hizo y se desplegaron quince patrullas más, llegándose entonces al medio centenar (más allá de la presencia de la UME, lógicamente). En esta ampliación, la Brilat envió diez patrullas terrestres y el Ternor de Ferrol cinco. Además, se reforzó el sistema de mando y control, al tiempo que aumentaron también los medios materiales, como coches patrulla con alta tecnología o todo tipo de apoyo logístico para el abastecimiento, transporte y sanidad.
El día 1 de octubre se dio por finalizado el operativo. Y fue entonces cuando el general de la Brilat, Alfonso Pardo de Santayana, valoró cómo había funcionado la operación. Así, manifestó: «Centinela Gallego 25 se ha consolidado como una herramienta flexible y eficaz, capaz de responder con agilidad a los desafíos medioambientales que enfrenta Galicia cada verano».
Luego, la Brilat aportó cifras del trabajo realizado durante este mes y medio. Así, indicaron que los «centinelas» realizaron alrededor de 2.850 patrullas, tanto de presencia en municipios como de vigilancia desde distintos observatorios. Emplearon alrededor de ochenta vehículos de diferentes modelos, con los que recorrieron 280.000 kilómetros. En total, avistaron 88 quemas, conatos y reavivamientos de incendios, que notificaron a los distintos distritos forestales.
El general Pardo de Santayana concluyó: «Alrededor de 180 militares han puesto de manifiesto la inquebrantable vocación de servicio a España. Una vez más, han demostrado que nuestras Fuerzas Armadas son necesarias para hacer frente a situaciones de crisis de cualquier índole, siempre unidas a la sociedad a la que pertenecen y a la que sirven, velando por el bienestar y la seguridad de los españoles».