«La gente quiere una boda gallega»

A LAMA

PAZ PÉREZ PERNAS, GLORIA DOMECQ

Gloria Domecq sirve la esencia de Galicia al revitalizar el concepto de cátering con su marca, nacida el primer día de confinamiento. Ella vive en un bosque encantado en A Lama, rodeada del encanto natural que distingue sus mesas. Y hoy revela sus ingredientes estrella

08 ago 2020 . Actualizado a las 16:25 h.

La esencia de Galicia se sirve en cátering de la mano de Gloria Domecq, que vive en un «bosque encantado» en A Lama y triunfa con sus bodas gallegas. «Nací en la Gran Vía de Vigo, en plena ciudad, pero desde muy joven empecé a ir a los pueblos gallegos y entendí que eso era lo que quería», cuenta la creadora de Gloria Domecq, que revitaliza a la mesa la marca Galicia. Con 18 años, Gloria se fue de Galicia, vivió en el Reino Unido y otros países, y tras formarse quiso volver «a la Galicia encantada, a la mágica, a la Galicia de carballos, de los ríos». «Era lo que lo no conseguía encontrar por ahí y lo que estaba más en mi corazón», desvela.

En su regreso a su tierra, Gloria se decidió a buscar el bosque encantado con el que soñaba, «¡y apareció en A Lama!». ¿Tiene raíces allí? «Nada, cero, solo estaba buscando ese bosque, la autenticidad del bosque gallego, y lo encontré aquí. Vivo a cinco minutos del río Verdugo, caminando», cuenta.

Esa esencia gallega que empapa el día a día de la viguesa es la que sirve a la mesa en su firma de cátering, que nació en pleno confinamiento y luce en la Web. Vemos el producto de siempre, el más nuestro, pero con una imagen que devoramos con los ojos en Instagram, muy cuidada y actual.

Tradición culinaria

Gloria ha vivido en ciudades como París, Londres o Bolonia, y ha visto muchas cosas para traerse en la maleta y el paladar de vuelta a casa. «Me aseguré de, antes de volver a la raíz, conocer todo lo que podía haber alrededor. De una familia enorme que tengo, con muchísima tradición culinaria... y también de técnica y decoración -matiza-, porque la mitad de la familia son cocineros y la otra mitad, arquitectos y decoradores. Es la raíz familiar que llevo».

Gloria se ha traído pedazos de ciudades vistas y vividas a Galicia: «Lo que quería, y quiero, es dar valor a lo nuestro, sin cerrarme, al revés. Dentro de todo lo que tenemos en Galicia, que es un producto exquisito, una naturaleza maravillosa, unas aguas que muchos querrían, dentro de aprovechar eso podemos tener matices del resto del mundo. Que las culturas intercambien y sumen es una riqueza, ¿no?».

¿Cómo nació este cátering a la gallega? «Gloria Domecq Catering nace ahora, nació justo el primer día del confinamiento. Antes de esto, había una marca, EcoGloria, pero esto es una nueva vida. El confinamiento, por una parte, nos vino bien, nos permitió trabajar mucho en la nueva marca. ¡Yo hasta lo agradecí, parar un poco para pensar las cosas! Teníamos mucho trabajo. Y a la vuelta del confinamiento, nos encontramos con muchísima demanda, mucha más de la que nos esperábamos», dice Domecq.

PAZ PÉREZ PERNAS, GLORIA DOMECQ

«Puedes hacerlo maravilloso, pero si la gente no lo sabe es difícil venderlo. Era importante darse a conocer. Y pienso que la gente está con ganas de celebrar», comenta. ¿Con ganas de celebrar, y de celebrar bien? ¿Puede hacerse de manera sostenible? «Yo creo que sí. Está en lo que hago cuidar el entorno y creo que además cada vez hay más gente que le da valor. La gente que nos está contratando tiene una sensibilidad...», aprecia Gloria, que señala que el perfil de sus clientes es variado y que la llaman cada vez más desde diferentes puntos de España. «Yo he ido tomando decisiones un poco a demanda. Nos ha empezado a salir bastante clientela que quiere boda gallega. Por ejemplo, en septiembre tenemos prevista una boda gallega en Guadalajara», cuenta quien también organiza comuniones y unas exitosas cenas temáticas en la Fundación Sales, de Vigo, «que se llenan en nada».

El covid ha cambiado en cierto modo la celebración de eventos, con lo bueno «que supone extremar las medidas higiénicas y de seguridad; con un sistema de cóctel seguro». «Más complicado es el tema de la fiesta, si la gente bebe y pierde un poco el control», señala la también organizadora de las cenas que celebrará este verano en casa Josemi Rodríguez Sieiro.

A la tendencia de las bodas gallegas en otros puntos de España, se suma esta otra que Gloria Domecq quiere exprimir: «¡Que cada vez más gente se venga a casar aquí! Y esto se está moviendo mucho... Yo he hecho bodas de gente extranjera, que lleva viviendo fuera muchísimos años, pero tienen un familiar aquí y escogen Galicia como lugar para casarse, por ese encanto».

Los ingredientes estrella de Gloria Domecq, sus imprescindibles, son «los condimentos, lo sutil que diferencia una buena cocina, para mi gusto». Ella no puede trabajar sin hierbas aromáticas, «sin aromas». Son hierbas de su jardín. «Son hierbas de aquí, aunque en Galicia no haya mucha tradición de usarlas en la comida. No quiere decir que muchas abuelas no las hayan usado o para la cocina o como medicina. Son hierbas que valen para aromatizar, pero también para digerir, lo que es muy interesante. La salvia, el romero, el tomillo, el cilantro, el laurel, el hinojo, una hierba que usa muchísimo en el Mediterráneo», apunta.

«Hay que valorar el potencial de Galicia, dar valor a lo que tenemos, que yo creo que aún nos falta», invita.

Su filosofía choca con el concepto de cátering «batallero». Ella prioriza el producto gallego y al productor artesano, de proximidad. «Y nosotros no solo vendemos comida, ofrecemos un pack con un servicio completo de comida y decoración que crea un entorno, este ambiente», explica.

El showcooking (preparación de platos en directo) es uno de los encantos de Gloria Domecq: «Cocinamos en directo, la gente va oliendo el sofrito, te preguntan cómo haces el caldo... ¡Hay una interacción interesante!».

Los arroces y las empanadas son dos especialidades. «Tenemos una persona dedicada en exclusiva a hacer empanadas». En las bodas, sus clientes suelen decidirse por el pescado y el marisco («gallego, y de temporada») y por el porco celta, señala esta enamorada de la repostería. Sus mesas dulces son otro de los puntos fuertes de la viguesa que lleva la Galicia encantada a la mesa.