Carlos Palmeiro y el por qué nunca es tarde para volver

A. Davila PONTEVEDRA / LA VOZ

BUEU

ADRIÁN BAÚLDE

El remero del CM Bueu es, a los 47, el más veterano de su trainera y regresó al deporte hace tres años tras 21 parado

26 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Mañana, la trainera del Club de Mar Bueu-Simei vuelve a remar en casa, en la XXX Bandeira Concello de Bueu, una de las citas más especiales del calendario, por el ambiente y el aliento del público local. El equipo llega al ecuador de la temporada en la quinta posición de la Liga A. Con una plantilla renovada, el barco de Bueu se reconstruye sobre un nuevo bloque, pero cuenta con algunos pilares que siguen firmes. Entre ellos está Carlos Palmeiro.

A sus 47 años, Palmeiro no solo es el más veterano de la embarcación, es también un ejemplo para los demás. Su presencia en la trainera no responde a la nostalgia ni al compromiso, sino al rendimiento. En un equipo donde el 90 % de la plantilla es nueva respecto al año pasado, su continuidad es una referencia silenciosa. Aporta serenidad, experiencia en el esfuerzo y una constancia que contagia a quienes reman a su lado.

Su historia no es la habitual. Palmeiro colgó el remo en 2001, cuando muchos de sus actuales compañeros aún no habían dado sus primeras paladas. Pasaron dos décadas hasta que, tras el cambio de mentalidad por muchos sufrido durante la pandemia, decidió volver a subirse a una trainera. Empezó remando en Tirán, con la idea de competir entre veteranos. Pero su cuerpo respondió mejor de lo previsto: perdió peso, ganó fondo y pronto se encontró de nuevo compitiendo al más alto nivel.

«El primer año no me dio tiempo a ponerme en forma como para entrar en un equipo (sénior) de la magnitud del Tirán. Fui descartado. Pero, como mi ilusión era la de seguir remando, me fui a Cesantes porque necesitaban gente. Me fui allí cedido, completé la Liga A gallega y ahí ya me vieron del Bueu», recuerda Palmeiro sobre su regreso a las aguas.

Ahora entrena junto a casa, lo que le permite mantener el equilibrio entre el esfuerzo físico y la vida familiar, un binomio que ha sabido sostener con naturalidad. Su ejemplo de compromiso en los entrenamientos y de tenacidad en las regatas habla por él. «Los jóvenes tienen tanta hambre por coger el relevo de la gente que marchó, que no hace falta tirar por ellos. A mí me rejuvenece estar aquí y ellos se comprometen conmigo», comenta sobre su regreso a las aguas.

Pero si hay algo que le impulsa más que los tiempos o la clasificación, es la mirada de quienes lo esperan en tierra. «Si me vine arriba y conseguí sacarlo adelante fue por el apoyo en casa de mi mujer y de mi hija. Son las primeras que me regañan si falto a un entrenamiento».

Ahora no se pierden una sola regata. Durante años solo escucharon historias o vieron fotos de otros tiempos. Hoy, lo ven remar de verdad, en directo. Mañana volverán a estar ahí, entre la afición, viendo desde la costa cada palada de un remero que, pese al parón, nunca dejó de serlo.

El anfitrión del domingo deposita su futuro en unos jóvenes que pisan fuerte

Brais García es uno de los juveniles de primer año del CM Bueu de la Liga B

Mientras la trainera principal del Club de Mar Bueu-Simei defiende el orgullo local en la Liga A, el segundo equipo afronta también un fin de semana clave. Hoy reman en Ferrol, y mañana vuelven a casa para competir en la I Bandeira Praia de Pescadoira. Allí estará Brais García, uno de los noveles de la trainera B, y de los prometedores rostros de la cantera.

Con apenas 17 años Brais ha conseguido ganarse un hueco entre los remeros sénior de la Liga B, en un entorno donde el ritmo es más exigente y el desgaste se prolonga mucho más allá de las menores distancias recorridas anteriormente cuando competía en bateles. Su ascenso no ha sido casual. Brais, como otros compañeros en edad juvenil, ha sido impulsado por su trabajo y el respaldo de figuras clave, como su entrenador desde cadetes, José Ferrol, que fue quien lo vio preparado para dar el salto.

Adaptarse al cambio no fue sencillo. Las distancias son más largas y el cuerpo tarda en encontrar su sitio en una nueva categoría. Pero Brais se adaptó rápido. «Al principio costó un poco, las primeras regatas fueron duras. Ahora ya nos hemos adaptado», comenta.

Su caso no es aislado, sino el reflejo de un proyecto de base en marcha. El CM Bueu apuesta decididamente por la cantera, y la trainera de la Liga A ya cuenta con varios remeros que vienen desde abajo. Brais representa el relevo generacional, la energía que renueva las aspiraciones del club.

Uno de los contrastes más singulares en la trainera que mañana cierra la Liga B en casa es la convivencia entre la juventud de los juveniles y la figura de José Manuel Costas, quien, con 57 años, es el más veterano del club. Entre ambos, casi 40 años de diferencia y el mismo objetivo de llevar al Bueu lo más lejos posible.

Brais volverá a remar ante su gente mañana. «Llevamos toda la semana entrenando fuerte. Acabamos la Liga B en casa. Vamos a tratar de que nuestra afición esté igual de contenta que nosotros cuando acabe la prueba».