«¡A meniña, a meniña!»: la desesperación de unos padres de Cuntis que sufrieron quemaduras muy graves al incendiarse su casa, en la que estaban con su bebé de diez días

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

CUNTIS

El progenitor tenía heridas por todo el cuerpo y le ardió la ropa que llevaba puesta, la madre también estaba muy afectada y el retoño, milagrosamente y en principio, no sufrió daños. En menos de una semana ha habido una docena de fuegos en casas en Galicia

28 dic 2024 . Actualizado a las 19:59 h.

La tarde de este sábado navideño se volvió tremendamente amarga en una aldea de Cuntis, en A Raxeira, un lugar de la parroquia de Couselo. Una pareja resultó gravemente quemada en el incendio de su vivienda, en la que también estaba su bebé, una niña recién nacida, con solo diez días de vida. Milagrosamente, aunque tanto el padre como la madre sufrieron heridas en principio muy graves, la niña permanecía en buen estado y, a falta de que se le hiciese una revisión médica, no parecía que hubiese resultado afectada por el incendio. 

El reloj apenas pasaba de las tres de la tarde cuando se dio la alerta del incendio desde la citada aldea de Cuntis. Seis minutos después, los miembros del servicio de emergencias municipales estaban ya en el lugar de los hechos. Tal y como explicaban, se encontraron con una escena dantesca que tardarán en olvidar. Fuera de la casa estaba David R.R., de 34 años de edad, con quemaduras prácticamente en todo el cuerpo. Nadie se explicaba cómo podía seguir en pie con todas las heridas que presentaba y tras haberle ardido encima la ropa que llevaba puesta, de la que no había ni rastro. El hombre ni se quejaba ni hablaba de lo que le dolía, solamente preguntaba por su hija: «¡A meniña, a meniña!», insistía una y otra vez. Porque es que además de él en casa estaba su mujer, Lorena N.G, de 30 años, que justo cuando llegaron los servicios de emergencias acababa de lograr salir del hogar arrastrándose, porque tenía graves heridas en los pies y las piernas. También tenía la ropa parcialmente quemada. Y con ellos sufrió el incendio en la vivienda la bebé de ambos, una niña de solo diez días que, milagrosamente, no sufrió quemaduras y que cuando llegaron los efectivos permanecía envuelta en una manta y en el regazo de su abuela, que vive cerca y que junto con un vecino fue la primera en llegar a la vivienda para socorrer a los afectados. 

Viendo semejante escena, los servicios de emergencias, a los que se fue sumando la Policía Local de Cuntis, la Guardia Civil, el GES de A Estrada y los Bombeiros de O Salnés, pensaron que las llamas habrían arrasado prácticamente todo el hogar. Sin embargo, no fue así. El foco, según les relataron los afectados, se inició en un radiador eléctrico que tenían en el pasillo de la casa, un hogar en el que estaban de alquiler desde hace unos meses. Al parecer, se produjo una deflagración muy grande, el aparato explotó y el líquido que tenía dentro (se supone que aceite) saltó por los aires, alcanzando principalmente al padre de la criatura, que según explicó estaba en ese momento en la cocina tratando de encender el fogón de leña. El fuego, que no originó grandes llamas, hizo que se derritiese el techo de la cocina, que era de un material similar al plástico, y luego no causó muchos daños más, aunque el humo sí dejó ennegrecidas varias estancias. Es probable que la bebé estuviese en la planta alta de la vivienda y que por eso lograse salir aparentemente ilesa del suceso, aunque este extremo no fue confirmado. 

Dada la gravedad de las lesiones que presentaban los padres de la bebé, hasta Cuntis se desplazó un helicóptero del 061, que se encargó de llevar al hombre herido hasta la unidad de quemados del CHUAC. La madre, en principio, iba a ser llevada al Clínico a Santiago, pero finalmente también la trasladaron a la citada unidad especializada en quemaduras de A Coruña debido a la gravedad de las lesiones que presentaba. Presentan quemaduras de segundo y tercer grado, según informan desde el CHUAC.

 La bebé, por su parte, fue llevada al Clínico de Santiago en compañía de su abuela, donde permanece en obervación. No tiene quemaduras pero podría haber inhalado humo durante el incendio. 

Hasta el lugar de los hechos se desplazó también Manuel Campos, alcalde de Cuntis, que lamentaba el suceso y mostraba también su consternación por la situación vivida por esta familia. Con él se comunicó varias veces el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, para saber cómo estaba la familia afectada y qué necesidades de atención podía tener. 

Una semana trágica con incendios en hogares

En menos de una semana en Galicia, con las temperaturas bajando de forma considerable, los servicios de emergencia han registrado al menos una docena de incendios en viviendas en Galicia. Este sábado tres: en Vigo, Oleiros y el de Cuntis, el de mayor gravedad de la jornada.

En esta semana, el suceso más dramático fue en la ciudad de Ourense, en Nochebuena. Una mujer, de avanzada edad y que vivía sola, falleció en un incendio que se sospecha empezó en el dormitorio y se complicó por la gran cantidad de materiales acumulados en el interior de la vivienda.

Un día antes, en Ferrol, cinco personas resultaron intoxicadas en la madrugada de este lunes en un incendio que afectó a una vivienda del barrio ferrolano de Caranza. Entre los afectados se encuentran un bebé de un año, un niño de cinco y su madre. En otro barrio, el de Serantes, también ardió parte de una vivienda; el fuego se originó en la cocina, en una campana extractora. Lo mismo que sucedió en Cerceda en la jornada siguiente, la del 24.

Ese mismo día, 30 personas tuvieron que ser desalojadas de un edificio de tres plantas en Sada después de detectarse de noche que estaba ardiendo el primer piso.

También el día de Nochebuena, una vivienda ardía por completo —se sospecha que por un cortocircuito— en Castrelo de Miño, con la fortuna de que no había nadie en su interior. La familia, eso sí, se ha quedado sin hogar y vecinos del concello están ayudándoles estos días.

En Pantón, el jueves, un vecino tuvo que ser trasladado al Hospital de Monforte tras inhalar humo en un incendio que se produjo de madrugada en un alpendre anexo a su vivienda.

Hoy, en Vigo, los bomberos tuvieron que romper la ventana de las oficinas de un bufete de abogados para apagar el fuego que generaba una varilla de incienso clavada en una maceta plástica. Y en Oleiros, un incendio en una sauna de una casa provocaba otro siniestro.