La Festa da Ameixa firma un domingo espléndido y hace que el verano regrese a Campelo

POIO











Hubo colas para comprar raciones y un enorme ambiente festivo a lo largo de toda la jornada
29 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Qué importa lo que diga el calendario. Si luce el sol, hay fiesta y suena la música... el verano sigue en las Rías Baixas. Y eso fue exactamente lo que pasó este domingo en Campelo, donde la Festa da Ameixa firmó un domingo espléndido, con colas desde las 13.00 horas para hacerse con un plato con el marisco rey de la ría pontevedresa y un ambiente festivo y musical importante. Volvió, por tanto, el verano a Poio en todos los sentidos.
La Festa da Ameixa llegó al domingo ya con un éxito importante a sus espaldas. Tanto el viernes como el sábado hubo degustaciones masivas. En la jornada inicial, se vendieron doscientas raciones y el sábado al mediodía fueron un total de cuatrocientas. Tuvieron salida en todas sus variedades, pero si hay que decir cuál es el plato estrella no hay duda alguna: las almejas a la marinera, que se vendieron por doquier. Con esos mimbres, y teniendo en cuenta el sábado el cielo estuvo indeciso, dejando por momentos algún rayo de sol y a veces chaparrones tremebundos y aún así la fiesta estuvo a tope, estaba claro que si el domingo salía el sol la fiesta en Campelo se haría enorme. Así fue. Volvió el tiempo veraniego y las colas para hacerse con raciones no se hicieron esperar. A las 14.00 horas, la carpa estaba a tope.
Pero, aunque comer es importante, no lo es todo. De ahí que la Festa da Ameixa contase también con una buena carga musical, que se fue desgranando a lo largo de todo el día, desde la sesión vermú a la esperada verbena, que estaba previsto que empezase a las 19.00 horas. Y, para rematar la jornada, se esperaba también una tirada de fuego de artificios en el cielo de Poio.
A falta de echar cuentas y cerrar números, desde la organización decían que las ventas estuvieron por encima de otros años y que, por tanto, la Festa da Ameixa continúa consolidándose en el calendario de las grandes citas gastronómicas. Y, de paso, prolongando el verano en Poio.