El Poio se medirá al Navalcarnero en octavos de copa

A. Davila PONTEVEDRA / LA VOZ

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El banquillo del Poio Pescamar durante un partido de liga
El banquillo del Poio Pescamar durante un partido de liga MONICA IRAGO

El partido se disputará en A Seca en torno al 16 de diciembre

08 oct 2025 . Actualizado a las 14:42 h.

El Poio Pescamar ya conoce a su rival en los octavos de final de la Copa de la Reina. El sorteo celebrado el pasado martes emparejó al conjunto pontevedrés con uno de los grandes clásicos del fútbol sala femenino, el Futsi Atlético Navalcarnero. La eliminatoria, que se disputará en A Seca en torno al 16 de diciembre y a partido único, promete emociones fuertes, aunque llega en un contexto muy distinto al de otras temporadas.

El Futsi, dominador habitual de la competición y uno de los equipos más laureados del panorama nacional, no atraviesa su mejor inicio de curso. A diferencia de años anteriores, en los que arrancaba la liga con paso firme, las madrileñas ya han encajado dos derrotas en apenas cinco jornadas, un dato que refleja cierta pérdida de solidez y que abre la puerta a la ilusión de sus rivales. En la ronda previa de Copa, eso sí, cumplieron con autoridad al imponerse por 0-5 al Gaiteiro Rodiles.

El Poio Pescamar, por su parte, llega con confianza tras superar al Almagro en un vibrante duelo resuelto por 3-5. El equipo gallego, que en los últimos años se ha consolidado como uno de los aspirantes a dar la sorpresa en el torneo, afronta este cruce con la ambición de aprovechar el momento irregular del Futsi y seguir avanzando en una competición que cada temporada gana en igualdad.

En estos octavos de final apenas quedan equipos de categorías inferiores, lo que eleva aún más el nivel de exigencia. Además del Poio, Galicia contará con otros dos representantes, el Ourense, que se medirá al Móstoles, y el Castro, que se enfrentará al Guadalcacín. Todos ellos buscarán seguir vivos en una Copa que, a partido único, no concede margen de error y en la que cualquier detalle puede decidir el pase a cuartos. La ventaja de las rojillas es que al menos jugarán ante su público.