De su máximo esplendor al abandono; así se deteriora el Pazo de Lourizán

carolina sertal PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Pontevedreses inician una recogida de firmas para reclamar su rehabilitación

27 may 2021 . Actualizado a las 16:40 h.

«¡Qué pena! Es que es precioso, pero tú mira cómo lo tienen...». Ante la impresionante fachada principal del Pazo de Lourizán, dos mujeres mayores pasean tranquilamente y se detienen un instante para admirar la que en su día fue la residencia de verano del político y jurista Eugenio Montero Ríos y su esposa, Avelina Villegas Rubiños. Sin embargo, no pueden evitar sentir una profunda tristeza al ver en lo que se ha convertido esta edificación tan emblemática de Pontevedra.

A través de las escasas vidrieras que no están tapadas con cartones o viejos estores plegables, aún se percibe la elegancia de su época dorada y se pueden apreciar techos con frisos de escayolas y las maravillosas escaleras de caracol hechas de hierro forjado. En el suelo, un manto de polvo y cascotes cubren el piso, mientras las telarañas cuelgan de las paredes.

En el exterior, al dirigirse hacia las escaleras imperiales, varios ventanales de la fachada principal se encuentran acordonados y unas señales, en pésimo estado, advierten del peligro de desprendimientos. Al alzar la vista, el visitante encontrará cornisas calizas de las que cuelgan estalactitas, marcos de madera astillada en las ventanas y canalones oxidados, una imagen que dista mucho de las fotografías idílicas publicadas en las páginas web de Turismo de la Xunta de Galicia.

Ya frente a la torre principal, se puede comprobar que el deterioro también está presente en varias de las estatuas neoclásicas de mármol blanco que custodian la entrada, a las que les faltan algunos fragmentos. Asimismo, en la subida a la terraza los escalones parecen hundirse y, una vez arriba, en los balcones señoriales se encuentran cristales en el suelo.

La imagen no mejora rodeando el Pazo, y es que la fachada trasera todavía presenta peor aspecto que el conjunto principal. Las marcas en la pared dejan entrever la presencia de humedades y enseres apilados en un patio interior denotan que el abandono es completo.

Solo hace falta visitarlo para comprobar el estado ruinoso en el que se encuentra este emblema del romanticismo, modernismo y del neoclasicismo del finales del siglo XIX en la provincia, una construcción que en su día albergó a las principales élites políticas, religiosas y empresariales de la época.

Asimismo, existe un fuerte contraste en cuanto a la conservación del inmueble y el jardín botánico que lo viste, pues este permanece bien cuidado.

Fue en los años 40 cuando la Diputación de Pontevedra adquirió la propiedad y la convirtió en el Centro de Investigación Forestal de Lourizán. A principios de los 90, la Administración provincial firmó un acuerdo de cesión del inmueble a la Xunta de Galicia, acuerdo que venció a principios de año y fue prorrogado recientemente.

Hace años que diferentes administraciones y colectivos llevan reclamando una intervención urgente para conservar y rehabilitar el Pazo que se cae a pedazos, literalmente. En diversas ocasiones, la Xunta se comprometió a su rehabilitación, pero lo cierto es que el paso del tiempo continúa acusando su abandono y dejadez.

Casi 3.000 personas se niegan a perder «un auténtico tesoro»

«En la actualidad, se encuentra en un completo abandono. Cada día más deteriorado. Como no se le ponga remedio urgente, llegará un momento en el que la ruina absoluta será inevitable y perdemos un auténtico tesoro que cualquier ciudad estaría orgullosa de tener en su patrimonio».

Este es el alegato que hacen las casi 3.000 personas que se niegan a perder esta joya arquitectónica y que ya han firmado una petición dirigida a las administraciones públicas de la Xunta de Galicia, Diputación y Concello de Pontevedra.

El principal objetivo de esta iniciativa, que dio comienzo hace escasos días, es que los organismos competentes asuman sus responsabilidades. En este sentido, los firmantes reclaman a las administraciones públicas que «pongan remedio a este deterioro que sufre el Pazo de Lourizán, único en la provincia, y lo salven, para que así las generaciones futuras puedan seguir disfrutando de él y siga siendo orgullo de la ciudad y de la provincia».

El sentir de las personas que han firmado esta petición en la página web Change.org es unánime y se puede constatar en cada nuevo comentario que se registra. Así, entre las diferentes impresiones que los usuarios han dejado en la plataforma denuncian que «no hay derecho a que un lugar tan representativo para Pontevedra se abandone sin más» o que «es una pena que se consienta que una mansión tan bonita, única en su estilo en Pontevedra, se venga abajo por pura desidia y abandono por parte de las autoridades».

Otras personas confiesan haber visitado el Pazo de Lourizán hace años y explican que lo recuerdan «en mejores condiciones» que en la actualidad, aunque muchos apuntan que ya fueron testigos de su paulatino deterioro: «El edificio es precioso y su jardín botánico. Lo visité hace tiempo y me dio mucha pena ver el total abandono. Es muy triste ver cómo lo están dejando caer sin que nadie haga nada por no perder esta joya de nuestro patrimonio».