La ¿última? estocada del Juli en Pontevedra

PONTEVEDRA CIUDAD

El torero Julián López, El Juli, durante una corrida de toros en Santander
El torero Julián López, El Juli, durante una corrida de toros en Santander Pedro Puente Hoyos | EFE

El torero madrileño protagonizará este domingo la que podría ser su faena de despedida en Galicia

12 ago 2023 . Actualizado a las 19:38 h.

A punto de cumplir los 41 años, se podría decir que Julián López, El Juli, lo ha conseguido todo en el mundo del torero. El matador de San Blas, en Madrid, se retirará «indefinidamente» al finalizar la presente temporada, con lo que el público pontevedrés tendrá ocasión de despedirse del espada este mismo domingo, en el que compartirá cartel con Morante de la Puebla y Manzanares.

Que sea o no un adiós o un hasta luego solo el tiempo lo dirá, ya que en el mundo del toreo ya se sabe lo que ocurre con las despedidas. El caso más reciente, el del francés Sebastián Castella quien reapareció este 2023 tras estar alejado de los ruedos dos años. Y, de hecho, fue uno de los protagonistas de la primera corrida de la miniferia de A Peregrina, donde se le esperó, pero no llegó cuajando una decepcionante participación.

Lo cierto es que desde su debut en la arena de Pontevedra, allá por agosto de 1999 acompañado por Ponce y El Cordobés, se metió a los tendidos en el bolsillo que terminaron coreando “¡Juli! ¡Juli!” y terminó abriendo la puerta grande. Es cierto que Julián López puso el espectáculo en la arena, pero fuera de el los focos se centraron, según relatan las crónicas de la época, en el actor norteamericano Anthony Quinn, al que El Juli brindó su primer toro; Lidia Bosch, que recibió el mismo honor con el segundo de Ponce; Sancho Gracia; los tres hermanos Lorenzo; Juan Echanove y Pepe Sancho.

A partir de entonces, El Juli se convirtió en un habitual de la ciudad del Lérez donde cosecharía importantes triunfos que vinieron a confirmar a aquellos que en sus comienzos lo definieron como un prodigio del toreo. Sin embargo, los últimos años no han sido tan benévolos, toda vez que el pasado 2022, en el que los toros volvieron a Pontevedra tras dos años de ausencia por las restricciones de la pandemia del covid-19, únicamente cortó una oreja al segundo que le tocó en suerte, mientras que en el 2019 y 2018 no pudo repetir el éxito del 2017 cuando hizo suyos dos apéndices. Fue su última puerta grande en la Boa Vila.

El propio matador reconoce que su decisión de dejar de torear la había tomado tiempo atrás, pero por propia decisión esperó a que pasaran las primeras grandes ferias para darla a conocer: «Esta noticia no es una retirada, es el final de una etapa que, por cierto, ha sido maravillosa. Sobre el futuro solo el tiempo dirá».

En relación con esta nueva etapa que se le abrirá una vez concluya la temporada, el madrileño sostiene que empezará una nueva fase «en la que necesito vivir muchas cosas que, debido a mi entrega a esta profesión, no he podido disfrutar, como pasar más tiempo con mi familia, gozar de mis aficiones y ver la vida desde otra perspectiva, sin la presión de mi situación, mi nombre o mi responsabilidad».