Lores acelerará el procedimiento para someterse a una cuestión de confianza

«Non imos perder un minuto. Pontevedra necesita ter orzamentos, e se non se aproban no pleno do venres activarei de maneira inmediata os mecanismos que me da a lexislación para aprobalos». El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), asume que, salvo sorpresa mayúscula, la mayoría que suman PP (11 concejales) y PSOE (5) rechazará este viernes el proyecto de presupuestos que defiende el gobierno en minoría (9 ediles del BNG). A partir de ahí, el regidor tiene la hoja de ruta ya trazada: vincular el presupuesto a una cuestión de confianza que convocaría ese mismo día y se debatiría «canto antes», preferiblemente el 4 de enero o como muy tarde el 5. Si el alcalde gana la cuestión de confianza, los presupuestos quedarían aprobados. Si, como es de prever, Lores pierde también esta votación, la oposición tendría 30 días —hasta principios de febrero, por tanto— para plantear un gobierno alternativo mediante una moción de censura. Si sale adelante —poco probable porque el PSOE ya anunció que no apoyará un alcalde del PP— , habrá cambio de gobierno; si no, el presupuesto quedará automáticamente aprobado.

Lores ya tiene en su poder el informe jurídico para poner en marcha el mecanismo para vincular los presupuestos a esa cuestión de confianza, una facultad que contempla la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG) en su artículo 197 bis. «Obviamente, eu teño a responsabilidade conseguir que se aproben os orzamentos —insistió el alcalde— e utilizarei todos os mecanismos posibles para que sexan viables».

Casi a la desesperada, porque no existe ningún acercamiento entre BNG y PSOE, Lores volvió a hacer un llamamiento al «sentidiño» de los grupos de la oposición: «E imprescindible e urxente aprobar os orzamentos. Polo tanto, de aquí ao 29 de decembro estamos abertos a que cunda a sensatez e se facilite a súa aprobación».

Vincular los presupuestos a una cuestión de confianza no es algo que esté en el deseo de Lores: «Agardo que non se chegue a esta situación, pero como alcalde teño a responsabilidade de utilizar todos os mecanismos que a lei me permite para que Pontevedra teña orzamentos, porque eses orzamentos son imprescindibles para seguir mellorando a calidade de vida dos pontevedreses». Explicó que prorrogar una segunda vez el último presupuesto aprobado, el del 2022, supondría «por en risco moitísimas cousas». Así, afirmó que «non se podería facer ningunha inversión das previstas, como os sete millóns dos fondos europeos, a nave de piragüismo, o Parque da Parda, os 290.000 euros das subvencións deportivas de Turismo de Pontevedra, as subvencións culturais, eventos como o Mundial de Loita ou o Campionato de Europa de Ciclocross, as subvencións do transporte público, o convenio da piscina olímpica, o festival Río Verbena…».

Como mal menor, Lores contempla que con la hoja de ruta a que le obliga su falta de cintura para negociar con una oposición empecinada en hacerse valer como si formara parte del gobierno, el presupuesto podría aprobarse a principios de febrero y entrar en vigor, tras el período de exposición pública, hacia finales de ese mes. Prácticamente serán dos meses perdidos, que se podrían evitar si BNG y PSOE hubieran alcanzado un acuerdo antes de llegar a esta situación.

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