Dos penaltis fallados, una insubordinación y un punto para el Pontevedra en Pasarón (1-1)

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Ramón Leiro

Selma se empeñó en lanzar las dos veces la pena máxima, pese a la orden de Rubén Domínguez de que no lo hiciese

15 nov 2025 . Actualizado a las 22:35 h.

Al Pontevedra le costó salvar un punto en un partido gris y por encima de todo, polémico. Tuvo la oportunidad de sentenciar a cinco minutos del final, pero la mala suerte y la desobediencia de Selma enterraron las opciones de victoria al fallar el doble penalti que llegó tras la revisión de una jugada que dejó con uno menos a los visitantes. Los granates pelaron ante un Mérida bien armado, pero poco efectivo. Y lo hizo con un once en el que sorprendía con Compa en punta y titular por primera vez en liga. La ausencia de Miki y las dudas de algunos jugadores llevaron a Rubén Domínguez a replantear el once, pero no el esquema. Contó con Álex de partida para auxiliar al ex del Arousa junto a Brais Abelenda, y en la zaga Miguel Cuesta, Montoro, Juanra y Garay. Yelko dirigió la orquesta junto a Vidorreta.

Los de Fran Beltrán comenzaron mandando en la ofensiva, pero sin la efectividad que hacía falta para desequilibrar el partido en un campo que no favorecía a ninguno de los dos. Lo intentó Joao, con un centro a Miguel Cuesta que entregó a Compa para disparar desde el borde del área pequeña y que Adrián despejó sin dificultad. El Pontevedra empezaba a carburar con más acciones de peligro que llegaban a balón parado. Un saque de banda de Álex al que no llega Brais volvió a poner al Mérida en riesgo, que bailaba ya al ritmo de los granates. Generaban poco y se limitaban a cortar en la última línea. Por algo es uno de lo equipos menos goleado de la categoría.

Pero el gol llegaría de la mano de Compa, que recibió el balón tras un saque de córner de Yelko para rematar de cabeza y adelantar a los granates en un partido que se les atascaba. El segundo pudo llegar en una prolongación de Brais que se muere dentro del área. El marcador en contra no provocó una reacción en el Mérida, que tan solo puso en aprietos a Marqueta en la última jugada de la primera parte. A la vuelta de vestuarios el partido se fue calentando desde el arranque y una entrada sobre Juanra lo obligó a salir en camilla y fue llevado en ambulancia al hospital por un fuerte dolor en una pierna. Alain Ribeiro cubrió su hueco.

El empate llegó mientras Rubén Domínguez tenía preparada una revolución en el equipo con un triple cambio de Eimil, Selma y Tiago. Javi Domínguez recogió un pase del ex granate Chiqui para equilibrar el marcador. A partir de ahí, Yelko, Compa y Resende se sentaron para intentar voltear un partido que se había enquistado y que solo generaba por la banda de Álex González.

Pero si ya estaba poco caldeado el encuentro, la polémica llegó con el penalti sobre Selma, que dejó al Mérida con uno menos. Los jugadores blancos complicaron el saque de la pena máxima. Adrián supo leer bien a Selma y detuvo el balón y Rubén Domínguez agotó las opciones de revisión de jugada pidiendo la última de la tarde. Y por primera vez, el árbitro rectificó su decisión y el Pontevedra volvió a tirar de nuevo. Ahí llegó una acción que pocas veces se ve en un terreno de juego. Rubén Domínguez pidió a Tiago que lo lanzase y viendo que Selma no hacía caso, pidió a Marqueta que interviniese para convencer al jugador de que se retirase. No fue así. Selma desautorizó al técnico y lanzó el segundo penalti. Falló otra vez. Quedaban todavía 16 minutos y mucho por decir en un partido roto. El empate fue el resultado menos malo tras 106 minutos de poco juego. Una falta en el borde del área cerró el partido y el Pontevedra se conformó con un punto.