La selección de España en el Mundial de Catar: diez años de soledad

La Voz

QATAR 2022

Toni Galán | EFE

Tras los años dorados, el combinado nacional deambuló perdido desde el 2012 en dos Mundiales y una Eurocopa hasta que empezó a forjarse su nueva personalidad

19 nov 2022 . Actualizado a las 13:00 h.

La debacle en el Mundial de Brasil del 2014, en el que ni siquiera superó la fase de grupos, confirmó que España había entrado en una nueva era y afrontaba un porvenir plagado de incertidumbres. La transición desde los años dorados había sido traumática por el tremendo desgaste de sus principales estrellas ante la imposibilidad de buscarles relevos de garantías.

Su brillo había sido tan rutilante que les había convertido en insustituibles, cerrando el paso a eventuales promesas emergentes que querían derribar la puerta. Vicente del Bosque trató de encontrar la mezcla perfecta de veteranía y juventud, de experiencia y desparpajo, pero desde la final de Kiev, cuando empezó el declive, nunca la encontró.

Los éxitos consecutivos en las Eurocopas del 2008 —con Luis Aragonés en el banquillo— y del 2012 y en la Copa del Mundo de Sudáfrica del 2010, ya con Del Bosque, habían elevado a los altares a una generación de futbolistas irrepetible que conformaban la formula perfecta de talento y físico. La selección se convirtió en el espejo en el que se miraban las demás selecciones, y también la mayoría de los clubes, un ideal de juego basado en la posesión con una verticalidad insultante.

Vivir del pasado ya no era una opción y el presente exigía una renovación urgente para construir los cimientos del futuro. La catarsis debía ser colectiva, desde los perfiles de los internacionales hasta el del seleccionador. La apuesta para dirigir a la selección fue Luis Enrique, un entrenador que había conseguido un histórico sextete en el banquillo del Barcelona y que fue recibido con recelo en los medios de la capital afines al Madrid. El asturiano tuvo claro desde el primer momento que la regeneración del vestuario debía ser integral. O casi. Porque el técnico convirtió a un superviviente de los tiempos de gloria en el pivote sobre el que debía girar todo su proyecto: Sergio Busquets.

La selección ha pasado los últimos cuatro años forjando su nueva personalidad. Ha costado, y mucho, porque no es lo mismo implantar el sello en un club, en el que la relación es diaria y casi siempre con los mismos futbolistas, que hacerlo en un combinado nacional, en el que la vinculación con los jugadores es esporádica. Jugadores que, además, deben amoldarse en algunos casos a un esquema muy diferente al que han aprendido en sus respectivos equipos. Daba la sensación de que la España de Luis Enrique avanzaba a trompicones, sin un patrón muy definido y con convocatorias con un punto de excentricidad que siempre deparaban sorpresas. Fue un prueba-error lleno de incógnitas hasta la Eurocopa de la pandemia, el primer examen de envergadura del combinado de Luis Enrique. Lo superó con nota. Alcanzó las semifinales, en las que cayó con Italia en la tanda de penaltis.

Ahora llega el Mundial de Catar, el test que medirá hasta dónde ha llegado la reconstrucción. Han sido diez años sin títulos después de haber reinado en el planeta. Una década en soledad, en espera de otro giro de la historia.

¿Quién es el seleccionador de España?

HUGO DELGADO | EFE

Argentina es la selección de Leo Messsi. Francia es el equipo de Mbappé. Brasil, la selección de Neymar. Croacia, la de Luka Modric. España, en cambio, no es un colectivo del que cuelgue una estrella mundial, con fortaleza y presencia mediática brutal. España es la selección de Luis Enrique. Es el espejo de su entrenador.

Este matiz no es no mejor ni peor. Si acaso, mejor y evitas el vedettismo de los divos. Es un paisaje distinto, que funciona seguro con un liderazgo absoluto de un técnico con personalidad y determinación. Más cercano al mando de Javier Clemente, que aceptaba toda la presión hacia su persona para liberar a los futbolistas del agobio mediático y que pudieran así entrenar y jugar con la mente limpia, única y exclusivamente pensando en la selección.

Luis Enrique jugó su primer Mundial en Estados Unidos, en el año 94. Tenía 24 años. Conoce el paño. Y apuesta por un equipo con un perfil joven, de jugadores repletos de entusiasmo, muy sub-21, blindado con un póker de veteranos donde Busquets lleva el mando.

Los Mundiales marcan en la vida. Lo juegan los 26, en este caso. Sin solidaridad no hay armonía. Pepe Reina ayudó a Iker a parar un penalti decisivo a Cardozo ante Paraguay en el 2010. Son gestos. Pero que ilustran el poderío de un grupo sólido y fuerte, que marca de inicio la estrategia de Luis Enrique.

¿Cuál es el estilo de juego de España?

Hay algo innegociable en esta selección: su estilo y esquema. Luis Enrique apuesta por un 4-3-3 y no parece importarle no tener a los mejores delanteros de la Liga en sus once elegidos —ni en los 26 convocados para el Mundial—. «La fortaleza de este equipo es el colectivo», dijo Koke. Y así es. El asturiano apuesta más por crear un equipo.

El seleccionador apela a un equipo con brío, con empuje, de ida y vuelta, de presión alta, de recuperación inmediata tras pérdida. Y con buen gusto en la pizarra.

España desarrolla su juego desde el primer minuto. Sin importar el rival que tiene delante. «Queremos jugar en campo contrario y arriesgamos. En defensa tratamos de quitarle el balón al rival. Busco a los jugadores que mejor interpreten nuestra idea de juego», ha dicho Luis Enrique en varias ocasiones.

¿Quién es la estrella de España?

Toni Galán | EFE

 Amaga, dribla, asiste, cambia el juego, pisa el balón y lo jala como si lo llevara atado a su bota con un hilo, taconea, igual para dar un pase de gol, que para salir de un rival con un caño, ahora un sombrero, ahora un disparo, y gol. Es Pedri. Si hubiera nacido en Brasil lo habrían llamado Pedrinho. Su nombre es más español. Pedro González López. De Tegueste, una población de Santa Cruz de Tenerife que apenas alcanza los 12.000 habitantes. Allí nació el 25 de noviembre del 2002. De allí salió él, de una isla para dar al mundo del fútbol una nueva luz, brillante, que ilumina en un deporte donde se echan de menos los artistas que hacen magia con la pelota. De esos que solo parecen existir en los juegos de PlayStation, de los que esconden la bolita y hacen con ella lo que quieren y más, el «brillo mágico» de la sexta y séptima generación de Pokémon.

Pedri es el nuevo genio del fútbol español y una de las piezas básicas de la selección de Luis Enrique. Algunos lo comparan a Andrés Iniesta, quizás porque él siempre lo destaca como su primer ídolo. Pero son diferentes. Pedri tiene más pausa y una mayor visión global del juego. «Tiene un ordenador en la cabeza cada vez que coge el balón», dice Ramón Planes, el hombre que tuvo el honor de contactar con él para ficharlo para el Barcelona. «Es un superdotado», comenta Planes, ex secretario técnico del equipo catalán y ahora en el Getafe. «El mayor talento del fútbol mundial», afirma Xavi Hernández, su actual entrenador en el Barça. «Juega bien este pibe», dicen que Leo Messi comentó a Ronald Koeman, el entrenador que impidió que fuera cedido y se quedó con él tras verlo solo en dos entrenamientos.

Sin pasar por Segunda Tras la Eurocopa del año pasado, Luis Enrique no tuvo reparos en elevar a Pedri al séptimo cielo: «Lo que ha hecho Pedri en este Europeo no se lo he visto a ningún jugador de 18 años en ninguna competición, sea un Mundial, una Eurocopa o lo que sea. Cómo ha rendido, cómo interpreta el juego, cómo ocupa los espacios, la calidad que tiene, la personalidad para jugar este tipo de partidos. Yo no he visto una cosa igual nunca. Es algo fuera de toda lógica».

Tan ilógica como ha sido su trayectoria. Pedri es uno de esos jugadores que se ha colado en el fútbol de élite sin pasar por Segunda División. De Tercera a Primera. De Las Palmas al Barça y de ahí a la selección. A la Eurocopa. A ser nombrado el mejor jugador joven. A ser galardonado en dos temporadas con los premios Golden Boy, el Laureus como jugador revelación y el Trofeo Kopa. De costar 5 millones de euros cuando tenía 16 años, a tener un contrato con el Barcelona hasta el 2026 y una cláusula de rescisión de 1.000 millones.

Indiscutible en su club y también en la selección, Pedri creció en el hogar de una familia humilde y es nieto del fundador de la Peña Barcelonista de Tenerife-Tegueste. Tiene pinta de niño bueno, pero confiesa que tiene un mal perder, incluso en los videojuegos, que nunca juega con el Pedri de la FIFA porque se pone fatal y se desespera. Talentoso y exquisito en el campo, también es un joven sensible a todo lo que pasa fuera de él.

Es padrino del proyecto sostenible que une al club de su pueblo con la fundación KickOutPlastic. Poco amigo de las redes sociales. En Twitter cuenta con 1,4 millones de seguidores, pero él solo sigue a once: su club, la selección, la UD Las Palmas, Carles Puyol, Javier Mascherano, Barça Fundation, Laureus Sport, KickOutPlastic, 433, La casa del fútbol y a la empresa que lo representa (Leaderbrock Sports). Es Pedri. Genio y figura.

La nueva luz del fútbol español.

Lista de convocados

  • Porteros: Unai Simón, Robert Sánchez y David Raya.
  • Defensas: Dani Carvajal, César Azpilicueta, Eric García, Hugo Guillamón, Pau Torres, Aymeric Laporte, Jordi Alba y José Gayá.
  • Centrocampistas: Sergio Busquets, Rodrigo Hernández, Pedri, Gavi, Carlos Soler, Marcos Llorente y Koke.
  • Delanteros: Ferran Torres, Nico Williams, Yeremy Pino, Álvaro Morata, Marco Asensio, Pablo Sarabia, Dani Olmo y Ansu Fati.

Calendario de partidos

  • Jornada 1 (miércoles 23 noviembre, 17.00 horas, La1, Movistar+, Gol Mundial): España - Costa Rica.
  • Jornada 2 (domingo 20 noviembre, 20.00 horas, La1, Movistar+, Gol Mundial): España - Alemania.
  • Jornada 3 (jueves 1 diciembre, 20.00 horas, La1, Movistar+, Gol Mundial): Japón - España.

Himno nacional de España