Miles de aficionados festejaron el título mundial por las calles de todo el país
18 dic 2022 . Actualizado a las 23:58 h.Miles de argentinos abarrotaron como nunca el Obelisco de Buenos Aires. La avenida 9 de Julio, que alberga esta icónica plaza, es con 140 metros la más ancha del mundo. Ni siquiera estas dimensiones fueron suficientes para que existiese un mínimo espacio libre. Algunos hinchas, ajenos a la reacción de Francia, ya se acercaron al centro de Buenos Aires al descanso del partido.
El Obelisco es a Buenos Aires lo que el Monumento a la Bandera a Rosario, hogar de los dos goleadores de la Albiceleste: Messi y Di María. Sus imágenes colman la ciudad desde el inicio de la Copa del Mundo. Y, ayer, cientos de aficionados se reunieron en la plaza más icónica de la capital rosarina para celebrar el tercer título mundial de Argentina. «La verdad es que para todos los argentinos, para todo el pueblo, es una alegría inmensa, acá compartiendo con los vecinos. Muy merecido para Leo Messi y para todos en general», afirmó Diego Vallejos, amigo del astro rosarino y un habitual del Campito, el terreno de juego en el que el futbolista del PSG dio sus primeras patadas a un balón
El fútbol es para el pueblo argentino una cuestión de Estado. Tanto, que hasta el presidente de la República Argentina, Alberto Fernández, felicitó a la Albiceleste: «Gracias a jugadores y equipo técnico. Son el ejemplo de que no debemos bajar los brazos. Que tenemos un gran pueblo y un gran futuro».
La euforia traspasó océanos. Más de diez mil aficionados se reunieron en el Arco del Triunfo de Barcelona para celebrar el éxito de la Argentina de Messi, el jugador que reinó en el Camp Nou. En todos estos enclaves, eso sí, la sintonía es idéntica. El célebre Muchachos que también es historia.
Galicia también disfrutó de la final, que se vivió con intensidad en varias ciudades. La huella de Scaloni, referente del deportivismo, se hizo notar en A Coruña tras el triunfo de Argentina. La plaza de Cuatro Caminos se llenó de aficionados que, por vínculos con el Dépor, con la emigración gallega a Argentina, o por simple admiración, celebraron el tercer título de la Albiceleste.