Carambola sentimental

David González Peñas

RELATOS DE VERÁN

13 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Siempre anhelé desencadenar mis muñecas de las pesadas bolas que arrastro, sean de plomo o de billar.

Todavía hoy, cuando desearía coger su mano y sacarla a bailar, choco de frente con un muro de hielo que no se derrite jamás. Pienso a menudo sobre este hecho, pero nunca me atrevo a escapar ¿Por qué me escondo detrás de la piel? ¿Qué pacto de sangre firmé con el miedo, que me vuelve transparente en la opacidad?

Se que tengo la baraja en mis manos, pero creo que jamás jugaré a ganar. Es la parábola del niño serio, que cambió obediencia y apego, por contenida culpabilidad.

- Hola de nuevo, Soledad ¿A dónde me llevas hoy en tu carruaje? ¿A quién me quieres presentar? ¿Por qué me regalas unos minutos de miradas que se escapan río abajo, casi en la garganta del mar?

Los sueños de libertad viajan disfrazados de coincidencias. De choques maestros entre pelotas de billar. Puedo sentir cuando una jugada golpea mi alma, pero todavía no he aprendido a reaccionar.

Existe, sin embargo, una esperanza en la locura. Mi bricol particular. Cerrar los ojos, ahogar el ruido y romper su confort con dos palabras; mientras el eco de las buchacas indica que ya no hay vuelta atrás.

David González Peñas. 39 años. Teo.