Mar es su nombre

Loli Viñas

RELATOS DE VERÁN

09 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Ella observa cómo sus propias manos tiemblan antes de tocar las de él, con esos nervios que hacen la torpeza más exquisita, casi deseable. Con delicadeza de cirujano, él desliza la alianza de oro amarillo en su dedo anular. En ese microsegundo, la ecuación de él y ella se simplifica al nosotros. Es un ritual de ofrenda, de amor, para siempre. Es el futuro perfecto, el futuro inmediato, como si nada fuera a cambiar, firmado en un acta notarial, con testigos. Es un efecto invisible, etéreo y romántico, un puro acto de fe, de creer en la magia, de creer en el delicado paso del tiempo.

La vida se desdoblará. Vivirás a tiempo parcial en el mundo de pareja, el mundo social, el mundo laboral, el mundo familiar, todo envuelto en un hermoso hilo de afectos. El anillo, ese aro de metal, bailará en tu mano como un muelle que se estirará, se encogerá y se balanceará. Oro amarillo, a veces erosionado, contaminado. Ajustado y adaptado a tus exageraciones, a tus preciosas ilusiones y a los inevitables fracasos.

Y cuando estés en el centro de alguna tormenta, deberás aplicar PI 3,141592… esa constante inmutable al espacio dentro del círculo de tu vida. Será matemática pura, una ciencia exacta que se podrá asignar al corazón, a las emociones y al mayor de los deseos. Se desplegarán en PI 3,141592… como infinitos decimales la delicadeza de las palabras, el respeto incondicional, la admiración profunda y el grado justo de locura. Sabes hacerlo. Ya lo haces. Ya lo sientes.

Y así pasan los días, como dice la canción. Y los años… como canta el bolero.