Acceder al histórico de precios de los productos siempre resulta útil, pero es altamente recomendado en tiempo de rebajas y de promesas de grandes descuentos
11 ene 2024 . Actualizado a las 09:06 h.Cuesta de enero. Cuentas achuchadas tras los excesos navideños. Es tiempo de control de gastos. Y de rebajas. Las ofertas más o menos espectaculares llaman poderosamente la atención en tiendas físicas y en mercados en internet. En webs y en aplicaciones, un precio con descuento siempre ejerce de formidable reclamo, y puede ser decisivo para hacer una compra rápida, cuando no apresurada. Sobre todo en aquellas plataformas que tienen almacenados nuestros datos de pago y direcciones de envío. Y que cuentan con mecanismos extremadamente ágiles, como el legendario 1-Clic de Amazon, inventado en el siglo pasado, en el lejano 1997, cuando navegar por internet en España era algo primitivo y casi heroico.
Los organismos públicos que velan por la ciberseguridad comparten estos días el mismo consejo: hay que proteger nuestros datos al hacer operaciones de compra, comprobar dónde estamos navegando y emplear métodos de pago seguros. Las organizaciones de consumidores comparten la advertencia y añaden otro: no son chollos todos los que pretenden serlo. Y esta práctica comercial es frecuente: subir el precio para luego anunciar un descuento mayor, en teoría muy atractivo, y en realidad no hacer rebaja.
¿Qué se puede hacer para evitar caer en estas pequeñas trampas, muy frecuentes en campañas como la del Black Friday? Lo primero es no precipitarse. Tomar la decisión de compra de manera consciente y determinada. Lo segundo, comparar precios. Para hacerlo, contamos con varias opciones.
Visitar varias webs de confianza y anotar precios y condiciones de envío puede parecer una tarea tediosa, pero a la vez es efectiva. Y evita las adquisiciones no muy pensadas. Otra posibilidad la da Google, con su pestaña Shopping, que permite buscar productos y compararlos, pero no siempre es precisa y el robot no indexa igual todas las tiendas.
Como usuarios, tenemos a nuestra disposición herramientas similares a las que usan las compañías para competir con sus rivales monitorizando sus precios y fijando unos iguales o algo inferiores que la competencia. Los bots y la inteligencia artificial están a la orden del día desde hace años en el comercio electrónico, para rastrear productos, maximizar ventas y optimizar estrategias. Son imprescindibles en un mercado global que evoluciona de forma constante, en el que día a día entran nuevos actores y en el que resultan decisivas las búsquedas.
Contamos con dos tipos de herramientas: verificadores de ofertas y comparadores de precios. Repasemos algunos:
Entre los primeros destacan webs como CamelCamelCamel, especializada en Amazon. Funciona con urls del gigante del comercio y con búsqueda por palabras clave, como marca y función. ¿Qué ofrece a los usuarios? Una lista de productos, el enlace a la tienda de Jeff Bezos, el precio actual y, lo más interesante, una insignia de «Mejor precio» o «Buena oferta» si este es bajo comparándolo con los últimos meses.
Este servicio también funciona como una extensión de navegador (Hay versiones para los dominadores del mercado: Chrome, Edge, Firefox, Opera y Safari) para usarlo de forma integrada cuando se navega por Amazon. Ofrece mucha información sobre los productos y permite enviar alertas de precios a cuentas de correo electrónico. Una alternativa con extensión de navegador es Keepa.
Idealo es un comparador de precios de larga trayectoria. Fue fundada en el año 2000 y pertenece desde hace 18 años del grupo editorial alemán Axel Springer. Tiene su sede en Berlín. Y presta servicio en seis países europeos. Uno de ellos es España. No es «un oráculo», pero permite trazar trayectorias de precios de productos, crear alertas específicas para ser notificado cuando llegan al valor elegido (previo registro) y dan mucha información sobre las condiciones de compra (coste de gastos de envío, tiempos de entrega o medios de pago). Y también recomienda alternativas. Disponen de aplicación para Android e iOS en Google Play y App Store. Como principal factor diferencial, cuenta con un escáner de códigos de barra que permite comprobar en internet el precio comparado de productos vistos en tiendas físicas.
Los creadores de Karma definen a su criatura como una app y una extensión «de compras con un asistente de inteligencia artificial integrado». Disponible para móviles Android y iPhone y como add-on para navegadores, se distingue de su competencia porque, además de comparar precios, avisar de bajadas y alertar de cuando los productos vuelven a estar disponibles, también detecta cupones con rebajas y, en determinadas condiciones, ofrece pequeñas recompensas (cashback).
Karma fue desarrollado por una startup israelí fundada en el año 2014, que llegó a conseguir financiación millonaria, pero que en el 2023 hizo un fuerte reajuste de personal. Los comparadores y verificadores parecen muy útiles, pero ¿pueden llegar a convertirse en un buen negocio?