
Se trata de un asistente virtual que pone a disposición de los usuarios un conjunto de herramientas y que ayuda a gestionar una cuenta bancaria o a rellenar un formulario administrativo
13 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Gestionar la cuenta bancaria, entender textos administrativos o jurídicos, comprender cómo funciona una sede electrónica... Son momentos a los que se tiene que enfrentar la población y que en ocasiones se vuelven todo un reto, dejando a los usuarios confundidos y perdidos ante una pantalla. La accesibilidad es cosa del conjunto de la sociedad y precisamente para eso, para hacer más accesibles los contenidos digitales, ha nacido Melvin.
Melvin es un nuevo asistente digital que facilita el acceso a la información digital de manera comprensible y autónoma diseñado por Accesibles, que trabaja «para crear un mundo digital sin barreras cognitivas, comunicativas y sensoriales». Lo explica Laura Martín, CEO de Accesibles, que pone un ejemplo claro: «Imagina a una persona que tiene que acceder a un formulario para hacer un trámite con la administración. Nosotros le ayudamos a llegar al formulario y también a saber la información que tiene que rellenar».
Es decir, todo el mundo puede ser usuario de Melvin, independientemente de sus capacidades. Melvin está basado en la inteligencia artificial (IA) y el diseño universal y promueve la educación, posibilita la comunicación y el acceso a la información y facilita la comprensión de esta. Se trata de un plug in que se implementa en las páginas web y el usuario final puede escoger, de entre todas las funciones disponibles, la que más se adapta a sus circunstancias.
«En el ámbito educativo el objetivo es que todas las personas puedan tener acceso a una educación personalizada a sus necesidades», explica Martín, que se ha formado (UOC) en diseño tecnopedagógico de programas, entornos y recursos con un posgrado de Educación y TIC (E-learning) y está especializada en integración social, mediación comunicativa y accesibilidad.
«Yo estaba haciendo investigación sobre los entornos de aprendizaje y sobre si todas las personas tenían acceso a los entornos de aprendizaje de forma equitativa» y si los contenidos de las plataformas educativas eran accesibles. Junto a su socio, Luis Malhadas, responsable de tecnología, con un máster de Ciencias de la Computación y un posgrado de Información y Criptografía, revisaron las plataformas. Así nació la idea de Melvin.
Accesibles hace validación del contenido con diversos colectivos, como el de personas con discapacidad intelectual o personas sordas, pero Melvin está dirigido a toda la población. Los subtítulos son una herramienta esencial de accesibilidad para una persona sorda, pero también los puede utilizar alguien que está en una sala con más personas, o a gente con TDA, que se puede beneficiar también de los subtítulos. «La nuestra es una mirada a la accesibilidad universal».
Melvin es un software que se coloca directamente en una página web, con lo que Accesibles se dirige en este caso a los creadores de contenido. «La nueva normativa en cuanto a entornos digitales dice que son las entidades las que tienen que favorecer el entendimiento hacia el usuario final», explica Laura Martín.
«Para hacer el dataset, trabajamos con entidades sociales que tienen adaptador, que es la persona que coge el texto original y hace una primera propuesta de lectura fácil». Eso pasa a un grupo de personas con discapacidad intelectual o con dificultades de compresión para que validen esa propuesta. Al tratarse de inteligencia artificial, en el caso de Melvin se trabaja con los grupo de la misma manera, pero lo que revisan los grupos son textos que adapta la propia IA.
En este momento, un grupo de investigación de la Universidad del País Vasco tiene implementada la solución de lectura fácil en su página web, ya que uno de sus objetivos es hacer ciencia inclusiva.
No es la única solución que proponen. Ofrece funciones como resúmenes, lectura fácil, pictogramas, lengua de signos o audiodescripción; mejora la comprensión del contenido, y promueve una comunicación y una educación para todo el mundo.
«Tenemos un modelo de IA para cada función», dice Martín. De la lengua de signos se encarga otra empresa por su especial dificultad. ¿Funciona Melvin con diversas lenguas? «Para lectura fácil, subtitulación o audiodescripción podría ser en cualquier idioma». De momento han implementado catalán, inglés y español. No han probado con validadores en lengua gallega todavía, pero sí en portugués.
Melvin también brinda apoyo a las familias y ahorra tiempo a profesionales a la hora de crear contenido accesible e inclusivo automático y a través de un chatbot especializado.
Esta solución tecnológica está diseñada para abordar la falta de adaptabilidad, comprensión e inclusión en entornos digitales. Melvin se centra en tratar los contenidos en varios formatos y adaptados a diferentes necesidades; la dificultad de comprensión debido a barreras cognitivas, sensoriales y comunicativas; las barreras idiomáticas, y la falta de herramientas para profesionales que faciliten una educación inclusiva y una comunicación accesible.