El gran dilema educativo que divide al profesorado español: ¿la IA es una aliada o una amenaza?

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Vario alumnos trabajando con el ordenador, en una imagen de archivo
Vario alumnos trabajando con el ordenador, en una imagen de archivo CESAR QUIAN

Los docentes se debaten entre la desconfianza y el entusiasmo ante las nuevas herramientas. Expertos destacan el potencial de la tecnología para liberar tiempo y potenciar la creatividad. «No sustituyen al docente, sino que amplifican  juicio», afirman.

17 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La tecnología está por todas partes pero es en el ámbito educativo en el que despierta más desconfianza e incredulidad, principalmente desde dos ámbitos: por un lado, el familiar, donde hay encendidos debates sobre cuándo, cuánto y cómo administrarla a los menores; y por otro el educativo, donde el profesorado sigue siendo muy crítico con el uso de los dispositivos en lo relacionado con el aula. Lo confirma el Estudio Internacional de la Enseñanza y del Aprendizaje (Talis), la mayor encuesta sobre el trabajo docente, que cada cinco años realiza la OCDE y cuyos últimos resultados presentó a principios de este mes. Los más preocupados son los profesores de secundaria: seis de cada diez cree que móviles, tabletas u ordenadores distraen del aprendizaje, limitan la comunicación presencial entre estudiantes y son negativas para su bienestar; y ocho de cada diez piensan que, sobre todo ahora con la IA, favorecen el plagio de contenidos en internet. Los maestros de primaria también son críticos con los riesgos, pero en porcentajes entre diez y veinte puntos más bajos, posiblemente debido a que trabajan con alumnado más pequeño y con acceso más limitado a tecnología sin control parental. 

La oposición de los adultos respecto a la dependencia tecnológica de los jóvenes está clara pero, ¿qué hay del uso que hacen los docentes para su trabajo en el aula? La misma encuesta revela que algo más de un tercio de los profesores españoles (35%) dice usar la IA en su trabajo en clase; la mayoría lo hace para generar actividades y, en menor medida, para resumir temas o para ayudar en la creación de ejercicios vinculados a la vida real. Solo el 22% lo usa para calificar trabajos o evaluar el rendimiento de los alumnos. 

Del lado contrario están las dos terceras partes de los encuestados que reconocen que aún no usan la IA porque no tienen conocimiento para hacerlo, o porque aseguran que los centros donde trabajan carecen de los medios o la infraestructura para ello. «En España los docentes están muy poco preparados para hacer uso de la IA en comparación con otros países», reconocía Andreas Schleicher, director de la OCDE cuando presentaba estos datos. Y reflexionaba sobre la importancia de impulsar su uso, ya que es una herramienta que puede ayudar a la adaptabilidad de los docentes y hacer un diagnóstico adecuado de los estudiantes».

En cualquier caso, hay otros informes recientes que contrastan las cifras presentadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y destacan que la tecnología generativa ya no es novedad y se ha convertido en una aliada cotidiana en la educación. Profesores y estudiantes integran estas herramientas en su día, desde la planificación de clases hasta la resolución de casos prácticos. 

¿Para qué utilizan la IA?

Lo cierto es que hay varias funcionalidades que interesan especialmente a los docentes, como la preparación de contenido educativo, el aprendizaje virtual y la gamificación de los planes de estudio. Lo constata un estudio realizado por Kahoot!, herramienta que posibilita la creación de encuestas y que es muy utilizadas en las aulas, realizado al inicio de este curso escolar. Entre los beneficios que más valoran a la hora de implementar las nuevas tecnologías en el aula destacan el mayor interés y motivación en los alumnos (30%), la mejor adquisición del conocimiento (15%) y la facilidad de llegar a los estudiantes de mejor manera (14%).

Por su parte, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) siguen teniendo el protagonismo de los últimos años, ya que casi el 80 % de los docentes ha utilizado o prevé utilizarlas el próximo curso con sus alumnos con fines educativos. En este sentido, las presentaciones en clase son lo más utilizado, seguidas del uso del aula virtual, y de plataformas de gamificación.

La plataforma Canva, muy popular también entre el alumnado para elaborar presentaciones y trabajos, ha destacado las cinco tendencias principales que estarán más presentes y marcarán el siguiente curso: la alfabetización visual y digital como competencias clave, el aprendizaje interactivo y gamificado, aprendizaje personalizado impulsado por IA, recursos centralizados para optimizar la enseñanza, y datos visuales para apoyar el progreso del alumnado.

Así, desde los expertos de la plataforma señalan que la IA «se está consolidando como una aliada estratégica del profesorado, actuando como un asistente inteligente que facilita la creación de contenidos, sugiere ideas creativas y agiliza la planificación de las clases». «Todo ello, siempre bajo el control del docente, que continúa siendo el motor del proceso pedagógico», puntualizan. Y, una vez más, insisten en desmontar el principal y más temido mito: «La IA no sustituye el juicio de los docentes, lo amplifica», subraya el profesor Alfons Nàcher y añade que es imprescindible «practicar y explorar, pero no delegar nuestro rol pedagógico».

Al asumir tareas repetitivas o que exigen mucho tiempo, la Inteligencia Artificial permite a los docentes centrarse en lo más importante: enseñar, inspirar y conectar con su alumnado.