«Aquí, al no haber mecenas, el pintor debe ocuparse de todo»

Marcos S. Pérez SANTIAGO

SANTIAGO

No todos los pintores llegan a exponer en París, que nunca ha dejado de ser la capital mundial del arte. Rafael Romero Masiá lo ha conseguido

05 sep 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

A la mayor parte de los niños les gusta dibujar, pero Rafael Romero iba en serio. De Compostela se marchó a Sevilla, para hacer Bellas Artes, y con menos de treinta años se convirtió en profesor de Dibujo Artístico en la Escuela de Arte de Santiago. Hoy, con casi treinta exposiciones individuales a su espalda y varias docenas de muestras colectivas, Rafael enseña su obra en una galería de París situada en el céntrico Vernissage. -¿Cómo llega a exponer en París? -El año pasado participé con otros artistas españoles en el Salón de Otoño de París y se fijaron en mí. -¿En qué estilo se siente más cómodo? -Siempre me muevo en el límite entre la abstracción y la figuración. Mis cuadros, si se perfilan un poco más o menos, caen hacia uno u otro estilo. -¿Pinta sobre modelos reales? -No, nunca. Me gustan mucho las figuras humana, pero prefiero colocarlas sobre escenarios oníricos e irreales. Quiero mostrarlos perdidos en ellos. -¿Y los materiales? -Óleo sobre distintos soportes: madera o papel. Utilizo muchas veces papel de periódico, que precisamente por ser de mala calidad aporta muchos matices a la obra. En algunos cuadros incluso dejo a la vista el periódico, siempre La Voz. -¿Es difícil el reconocimiento en Galicia? -En Galicia y en casi todos los sitios. Lo que pasa es que aquí siempre hubo muy poco hábito de visitar galerías. Y, de hecho, hasta hace poco no había expositores privados en Santiago. -¿Se echa en falta la figura del mecenas? -Sí, en Francia es muy habitual, pero aquí el pintor debe ocuparse de todo.