Los apasionados del ordenador exprimen Xuventude Galicia Net

La Voz N.M. | SANTIAGO

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SANDRA ALONSO

El cansancio hizo mella en algunos tras 24 horas ante la pantalla El encuentro informático finalizará esta tarde en el Pazo de Congresos

19 mar 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

Tras veinticuatro horas machacando el ordenador, el cansancio se hacía visible a primeras horas de la mañana de ayer en muchos de los participantes del encuentro informático Xuventude Galicia Net. A pesar de que hay espacios habilitados como dormitorios, no fueron pocos los que optaron por dormir en esa especie de sala de control de la Nasa donde se cuece -literalmente- el grueso de la convocatoria, en la parte trasera del Pazo de Congresos e Exposicións. Y claro, en un sitio lleno de gente y de ordenadores encendidos, el calor y el olor a humanidad eran una combinación peligrosa, sobre todo en algunas áreas. Pero nada importa cuando se trata de apasionados de la tecnología que se han marcado el objetivo de aprovechar al máximo los recursos que ofrece X_G_N (abreviatura de Xuventude Galicia Net escrita, casi en argot informático, con sus dos guiones bajos). Las normas son claras, otra cosa es que haya algún espabilado que vaya por su cuenta -los menos, todo sea dicho-. Por ejemplo, cada uno de los 1.500 participantes tiene derecho a conectar únicamente un ordenador, además del cargador del teléfono móvil o la cámara de vídeo o de fotos. Está expresamente prohibido el uso de cualquier aparato eléctrico, como una cafetera, un televisor, un vídeo o una consola. A la hora de fumar, comer o beber, es obligatorio salir de la sala de ordenadores. La cafetería se convierte en centro de desconexión, al igual que el exterior del Pazo de Congresos, donde algunos veían la luz del día después de más de 24 horas dale que te pego al ratón. Como el público de este tipo de eventos suele ser acostumbrado a este tipo de convivencias, se respeta bastante lo de usar cascos para no molestar al vecino. Y tampoco se oyen grandes voces, más bien da la impresión de que se escuchan los engranajes de 1.500 cerebros trabajando en red, pero humanos, no electrónicos. El albergue juvenil del Monte do Gozo sirve también de reposo del guerrero, aunque quienes se han anotado vienen a dejarse la piel en el empeño o, como poco, la vista. Pero como dice el refrán «compensa o mal que me fai polo ben que me sabe».