Patio de vecinos La periodista Ángeles Espinosa habla sobre Irak, y los peregrinos de su sufrimiento
25 ago 2005 . Actualizado a las 07:00 h.La periodista Ángeles Espinosa ofreció ayer una conferencia en la Fundación Caixa Galicia titulada A situación en Oriente Medio: actualidade e perspectivas . Espinosa fue presentada por Moncho Paz , directivo de la Asociación de Periodistas de Galicia, que organizó el acto. En una sala repleta de público, la periodista ofreció su visión del conflicto en Irak, con mención oficial para el papel instigador del que fue protagonista, EE UU. Espinosa acusó a la política de Bush de haber reavivado un conflicto superado en el país «al conceder el voto en función de la etnia a la que se pertenecía, en vez de hacerlo independientemente de ese matiz», explicó. El camino de Álvaro empezó en Piedrafita, pero como si lo hiciese desde Sudáfrica. Camina apoyado en su novia (con el brazo rodea el hombro de su compañera), y en un bastón a su medida. Le sorprendió la amabilidad de la gente en el Camino, que aconseja por ser «muy recomendable para quien sienta que lo deba hacer. Se conoce a mucha gente y te sientes realizado», cuenta Álvaro. Su queja, la escasez de la red de albergues porque «tienes que caminar muchos kilómetros y llegar temprano si no quieres quedarte sin colchón», matiza. A Santiago le trajo una promesa. Después del sufrimiento, que se le cumpla. La cojera de Isabel , Vicente y Carmiña les delata. Indiscutiblemente acaban de pisar el Obradoiro. «Hace ya cuatro días que cojeo», sentencia Isabel, pero una eterna sonrisa convierte el dolor en una simple anécdota. Lo más sorprendente: «¡Mira que hay gente extraña haciendo el Camino!», dice Vicente. Y se refiere, por ejemplo, a un hombre que viajaba con un perro en la espalda, o a gente que caminaba con el traje típico de peregrino. Durmieron todos los días bajo la protección del albergue, pero Carmiña mira a Vicente y susurra, «uff...lo que tuvimos que hacer ayer para no dormir en el suelo...». Mejor un cambio de tema. El consejo que transmiten, «que todo el mundo haga el Camino», asegura Isabel.