Crónica | Farruco recordará sus vivencias de posguerra en la Yago El humorista intervendrá en el recital poético «Memoria do 36» con Teatro do Atlántico y la cantante Pilocha
18 may 2006 . Actualizado a las 07:00 h.El recital Memoria do 36, que Teatro do Atlántico pondrá en escena (hoy a las 20.30 y mañana a las 22.30), lo conformarán poemas de un bloque de poetas alrededor de un poemario principal, Crónica do espanto , de Xosé María Álvarez Cáccamo. Al lado habrá canciones cantadas por Pilocha, además de un soporte musical original y en directo de Xavier Constenla y como leit motiv la frase de Galeano: «recordar, del latin recordis, volver, pasar por el corazón». Lo que hace el espectáculo, como bien recordó Xulio Lago, es «pasar por el corazón esas vivencias expresadas na palabra dos poetas e pasalas ao espectador». Santiago pasará por el corazón su memoria a través de materia narrativa de Xosé Luis Bernal, Farruco , recordando personajes concretos compostelanos de aquella larga noche de piedra, inspirado por la pluma de su hermano Diego. Farruco evocará hoy aquella «España triste, de temores», en la que sus padres escuchaban de noche, a escondidas, Radio París. Por eso él, aún niño de una familia pequeño burguesa, fue descubriendo más adelante aquellos «individuos malditos» que pululaban por las rúas compostelanas e investigando sus vidas. Así supo Bernal porqué Las Marías eran como eran, quien era el loco Germancito o El Manivelas, a quien siendo Bernal un rapaz se negaba a servirle en la ferretería de su padre, atrevido gesto porque el susodicho pertenecía a la Brigada El Amanecer. El apodo le venía dado porque este buen hombre, que se dedicaba a ajusticiar al despertar el alba, remataba a los mártires que se aferraban al puente de Vidán como a la vida golpeándoles con la manivela de encender el coche. Así de siniestros eran aquellos personajes que pasaban por las rúas compostelanas mientras los pequeños Bernal jugaban a policías y ladrones, mirándoles ya con terror pues se sabía que algunos llegaron incluso a matar a sus padres. Para Farruco será, pues, «un placer muy grande, personal» colaborar esta noche haciendo memoria de esa negra página de la historia, «para que mi hijo sepa que hubo una España así, sin rencores y sin odios. Pero hay que saberlo y hay que contarlo». Más puede ser que no todo sea siniestro y Farruco cuente otras historias más divertidas, como cuando tuvo la mala suerte de hacerse la fimosis el mismo día que proyectaban en el Yago una película con desnudo que le hacía saltar los puntos y le obligó a llamar al cirujano, Pepe Carro, quien le recomendó ir al water y frotar el culo contra las baldosas. Lo que sí hará es rebatir al arzobispo de Burgos, quien teorizó que si Adán y Eva fuesen gais no existiría la humanidad.