Lavacolla pierde de repente todas las conexiones con París, Málaga y Reus pese a su elevada demanda
SANTIAGO
Coincidiendo con la inauguración oficial de la temporada de invierno, Lavacolla perdió ayer tres rutas regulares que llevaban funcionando de manera ininterrumpida desde hacía un mínimo de once meses y medio. Una, la de París, va a recuperarla dentro de cinco semanas y otra, la de Reus (provincia de Tarragona), hacia comienzos de la próxima primavera. En cambio, el futuro de la tercera, la de Málaga, se presenta entre negro e incierto, pues la empresa que la explota aún no ha aclarado qué será de ella a medio y largo plazo.
Como se explica detalladamente en el cuadro estadístico impreso a la derecha de estas líneas, los citados recortes incidirán de manera bastante negativa en los resultados globales de la terminal. Por culpa de esas cancelaciones, no en vano, la comunidad de usuarios del recinto menguará diariamente en 465 (8,8% del total), de su panel de vuelos desaparecerán cuatro (un par por sentido del viaje) y su oferta de plazas comerciales caerá en 713, redondeando.
Cruzando bloques de datos difundidos por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), sorprende que las compañías del sector hayan decidido suprimir las líneas ya mencionadas y no otras, dados los aceptables índices de demanda que atesoraban. Entre el 1 de noviembre del 2008 y el 30 de septiembre del 2009, el nivel de ocupación tanto en el puente parisino como en el tarraconense rozó los 63 puntos porcentuales, mientras que en el malacitano acarició los 71. Durante el último trimestre, además, los aviones del primero de esos enlaces operaron llenos al 81,7%; los del segundo, al 81,2; y, finalmente, los del tercero, al 83,9.
Salvo cambio de planes, Ryanair retomará el 28 de marzo las conexiones entre Santiago y Reus con un régimen idéntico al que acaba de liquidar: una salida más una llegada por jornada, o sea, 14 movimientos semanales. Vueling también repescará el servicio entre las capitales gallega y francesa en iguales condiciones a las hasta ahora existentes (un despegue por sentido de navegación cada martes, jueves y sábado), si bien los reactivará ya desde mucho antes, en principio, el 1 de diciembre.
No son estos los únicos cambios introducidos por las aerolíneas en Compostela aprovechando el final de la programación de verano. En el polo positivo, la low cost que preside Michael O'Leary ha incrementado un 66,7% el tránsito de aparatos en su ruta de Alicante, que a partir de hoy permanecerá abierta todos los días salvo los martes y sábados. Igualmente, ha subido un 50% la actividad en la de Roma, añadiendo un tercer aterrizaje por semana a los dos que venía realizando.
En el lado negativo, ha reducido el tráfico un 25 y un 33,3%, respectivamente, en las líneas de Londres y Fráncfort. La alemana concentrará una media de cuatro vuelos semanales (contados tanto los de ida como los de vuelta) hasta abril, cuando ganará un par extra. Y la inglesa sumará seis, para crecer a ocho en primavera y ascender a 14 del 30 de junio en adelante.
Recortes en Sevilla y Valencia
Por su parte, Air Nostrum seguirá poniendo a la venta billetes para desplazamientos sin escalas a Sevilla, aunque solo movilizará una media de 26 aviones por mes, frente a los 94-98 de hace un año. Su puente de Valencia también pierde mucho fuelle -baja de 60-64 a 36-, pero en el de Bilbao (140-150) no se aprecian de momento sorpresas, más allá de la suspensión de tránsitos los sábados.
Pese a la transición entre temporadas, el resto de transportistas implantadas en la ciudad apenas alteran su menú. Como en el anterior ciclo invernal, Iberia mantiene el enlace de Madrid con diez movimientos cada 24 horas, excepto los sábados (ocho). Air Berlin, asimismo, conserva el de Palma de Mallorca con cuatro los domingos y la mitad en los demás días. Air Europa y Spanair, por último, no prevén repliegues de importancia en ninguno de sus destinos, ni en el frente insular ni en el de Barajas ni en el de El Prat.