Maxi Stanic fue uno de los destacados del equipo santiagués, pero el base obradoirista no quería hablar de su actuación personal. Estaba muy descontento por el resultado final. También por una jugada que pudo cambiar el partido cuando el árbitro no quiso señalar una personal del equipo visitante que hubiese significado el lanzamiento de tres tiros libres.
El jugador explicó sobre esta acción que «esto no es fútbol para dar la ley de la ventaja. Me hacen falta y lanzo el balón a propósito para conseguir los tres puntos. El árbitro me dijo que había visto contacto, pero que lo dejó pasar. Si boto el balón me señalan falta y cuando siento el contacto lanzo para conseguir los tres tiros. Si volviese a pasar haría lo mismo. Para mí era una acción ganadora y asumo el papel que jugué en esta jugada». Stanic prefiere no hablar de los árbitros y dice que «cada uno que saque sus propias conclusiones».
El base obradoirista reconoció que estaba «un poco cansado, pero hay que morder la lengua y seguir para adelante». Sobre su actuación personal (16 puntos y 6 asistencias), comentó que «no me interesan los puntos. Solo me interesa que empecemos a ganar partidos. Ahora viene el Real Madrid y luego el Lagun Aro y sé que no vamos a descender. Es una situación complicada, pero estoy convencido de que nos vamos a salvar».
Quedan once finales
Stanic recalcó que el de Manresa era un encuentro «muy importante», pero destacó que «quedan otros once partidos más, que serán once finales para nosotros».
Sobre el próximo compromiso, subrayó que «será una visita complicada a Madrid, pero iremos a hacer nuestro juego y a tratar de mejorar e incorporar a Massey, que llegó hace una semana. Hace falta trabajo con él para meterle rápido en el equipo».
Acerca de las facilidades dadas por su equipo, apuntó que «nos meten 87 puntos porque tiras mal, a veces rápido, algunas pérdidas tontas... cuando sumas todo eso, en lugar de 78 son 87. Y esos diez puntos son la diferencia al final».