El gobierno local de Teo, que asume en minoría el BNG, recibió en la noche del viernes el preludio de lo que puede ser el rechazo definitivo al Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM).
El aviso llegó durante la comisión informativa convocada como fase previa al pleno que debe pronunciarse sobre las modificaciones incluidas en el PXOM tras las exigencias de cambios plasmadas por la Xunta el pasado mes de febrero. En la citada comisión, los representantes del Partido Popular y el PSOE votaron en contra de los cambios, frente al voto a favor del BNG y la abstención del independiente Manuel Parajó.
Aunque el voto emitido en la comisión informativa no es en modo alguno vinculante, sí marca la senda de las fuerzas políticas y supone un cambio de opinión del Partido Popular y el mantenimiento del mismo criterio en las filas socialistas.
El voto negativo de la comisión del Plan Xeral lo pronunció Armando Blanco, aunque el ex alcalde destacó que los dos representantes del Partido Popular con los que comparte asiento en la comisión informativa tenían libertad de voto. Disciplina de partido o no, Castroagudín y Sara Currás mantuvieron el mismo criterio. Blanco acusó al gobierno local de no ofrecer información previa de cómo afectaban los cambios «pero na primeira ollada vese que queren deixar Teo pelado». Para solucionarlo, el ex alcalde planteó una negociación similar a la llevada a cabo con la Xunta para conseguir que cambiase de criterio respecto al centro de salud de Pontevea.
Por su parte, el socialista Jano Leis justificó el voto negativo del PSOE porque las correcciones aportadas por el gobierno local para el cumplimiento de la resolución de la Xunta no fueron informadas ni debatidas con las demás fuerzas políticas, ya que, según Leis, el Concello aún tiene capacidad de maniobra para incluir modificaciones. El portavoz socialista añadió que «pola nosa parte houbo unha oferta sinceira pero Martiño Noriega negou explícitamente calquera posibilidade de diálogo co PSOE».
El independiente Manuel Parajó se abstuvo en la votación aunque con posterioridad señaló que «un mal Plan Xeral é mellor que non ter plan», lo que pone de manifiesto que su apoyo al documento en el próximo debate plenario. En cualquier caso, este concejal, que en los dos últimos años del mandato anterior ejerció como edil de Urbanismo, destacó que el BNG «nunca apoiou o plan» y afirmó que «o documento hai que sacalo adiante pero non sen intentar negociar o máximo posible».
Ante esta tesitura, el gobierno local afirmó que «as posicións prefixadas na comisión marcan un mal precedente, que de non trocar para o pleno pecharían unha saída ao bloqueo urbanístico perxudicando ao conxunto da cidadanía do Concello».
A mayores, el BNG formuló la siguiente reflexión: «Se no nos deixan recurrir a orde e tampouco cumplimentala a pregunta é que saída pretenden atopar o resto dos representantes públicos da corporación».
Con ello, el grupo de gobierno se reafirma en su argumento de que al Concello no le ha quedado otra opción más que cumplimentar los criterios de la Xunta, ya que es la Administración la que tiene la última palabra para que el Plan Xeral entre definitivamente en vigor.