«Santiago estaba dominado por la tradición, pero hoy es una ciudad moderna que mira hacia Europa»

La Voz

SANTIAGO

24 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Un día Dositeo abordó a Fraga y ahí se inició su etapa más compostelana. «Creí equivocadamente que había llegado al final en la Xunta y pensé en nuevos retos». ¿Equivocadamente? «Pensé que estaba intelectualmente agotado. Me di cuenta luego de que podía hacer más cosas con las nuevas técnicas. Fraga me dijo que contaba conmigo, pero accedió a mi deseo». Estévez se retiraba como alcalde y Dositeo vio ante sí un reto apasionante: ser regidor de su ciudad. «Xerardo había sido un gran alcalde y mereció con justicia la medalla de oro cuya concesión apoyé», confiesa.

La ciudadanía no le dio el sí: «No convencí a la gente y pasé unos años de improductividad porque planteé unos grandes proyectos que no fueron entendidos». No obstante, como vicepresidente de la Diputación procuró «llegar a los vecinos de Santiago y que tuvieran medios más dignos». Y le cayó una venda: «Nunca había tenido el contacto directo con la gente. Tratar al ciudadano y llegar a él fue muy positivo».

Está convencido de que Gerardo Conde asumirá el mando de Santiago «en el nuevo ciclo». Lo que ocurre es que van allá cinco candidatos conservadores sin comerse un rosco: «Por errores del PP como la moción de censura a Estévez, por la fuerte división interna del partido en la ciudad y por la postura institucional de Fraga con Santiago, ciudad a la que siempre apoyó», arguye.

Cuando Dositeo Rodríguez llegó a Compostela, la ciudad «estaba dominada por la tradición (universidad, comercio e Iglesia), que tenía demasiado peso, y miraba más al pasado que al futuro. Hoy Santiago es una ciudad moderna y viva, con un futuro brillante, y que mira hacia Europa». El ex conselleiro, que hoy regenta una consultora especializada en administraciones públicas, define Compostela como «el germen de Europa y el futuro de Galicia». Y reitera: «Me quiero morir compostelano».