Teo, sin confianza ni censura

SANTIAGO

La pérdida de la segunda votación del presupuesto aventura para el BNG de Martiño Noriega una travesía en el desierto que podría continuar en el próximo mandato

06 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La pérdida de la votación de los presupuestos municipales de Teo, que el BNG sufrió por segunda vez en un plazo de tan solo siete días, supone un salto cualitativo en el frente común abierto por la de PP, PSOE e InTeo, que acaparan once de diecisiete concejales en la corporación que preside el nacionalista Martiño Noriega.

Si el primer debate económico del 28 de abril lo protagonizó el ex regidor Armando Blanco con un lenguaje difícil de olvidar, el argumentario del martes de la oposición para rechazar la cuestión de confianza más pareció una coordinada defensa a ultranza de la moción de censura. Sin embargo, desbancar al Bloque del gobierno y a Martiño Noriega de la alcaldía es una fórmula que la oposición rechaza, aunque la certeza absoluta de que no habrá cambio de gobierno llegará el 4 de junio, fecha en la que, tras la pérdida de la cuestión confianza, expira el plazo legal para que la oposición presente una moción de censura.

Con la cuenta atrás para que el presupuesto pueda entrar en vigor, la sesión del martes marcó, de facto, el inicio de la batalla electoral prevista dentro de un año. Y tal y como están las cosas, el inexistente consenso del actual mandato tiene infinitas posibilidades de repetirse con los actuales representantes políticos.

Adelantada la precampaña en ciernes, todas las fuerzas políticas sacaron su primera artillería. El primero en hacerlo, en base al reparto de los turnos de intervención en el debate plenario, fue Manuel Parajó, que acusó a los nacionalistas de mirar demasiado hacia el pasado y de culpar de todos los males del Concello a los anteriores gobernantes, es decir, él mismo, y Armando Blanco. En cuanto al presupuesto, destacó el informe del servicio de Intervención que alerta de la excesiva confianza en la previsión de ingresos.

El argumentario socialista, presentado por Jano Leis, se basó en minar el capital político de Martiño Noriega al afirmar, por ejemplo, que «acudir ao mecanismo da cuestión de confianza á o recoñecemento máis explícito do fracaso de vostede como alcalde». A renglón seguido le acusó de ser «unha persoa naturalmente incapaz para o diálogo e o consenso», pese a que, añadió, «a primeira obriga dun alcalde é pactar». Eso sí, por vez primera el PSOE hizo una leve autocrítica al afirmar que «tamén aceptamos que nós podemos ser parte do problema».

Concluido el debate, el PSOE mantuvo el sentido del voto del último pleno y optó por la abstención, una circunstancia que le valió la crítica de Parajó al afirmar que los socialistas estaban sometidos a las órdenes de su partido.

El ex regidor, Armando Blanco, basó el voto negativo del Partido Popular en el hecho de que, «en máis de vinte anos que levo aquí, vostedes nunca votaron un presuposto noso». También reprochó las cifras facilitadas por el portavoz nacionalista, Rafael Sisto, sobre la reducción de la deuda al recordar la inyección económica que supuso el Plan E. «Manda carallo se eu tivera eses cartos», le espetó.

A la hora de justificar la conveniencia de aprobar los presupuestos, el portavoz nacionalista, Rafael Sisto, insistió en que Teo necesitaba el presupuesto cuanto antes y acusó a la oposición de no tener reparos en bloquear la gestión municipal y sin atreverse a promover un gobierno alternativo. En defensa de la gestión del BNG, Sisto señaló que las cifras demuestran que el Concello redujo su deuda y que el ejercicio del 2009 se cerró con claro superávit.

En cuanto a la nula disposición al diálogo con la oposición, Martiño Noriega afirmó: «So me quedou poñerme 'patitas' arriba como a miña cadela, pero por aí non paso».