Montañana militó tres temporadas en el Rosalía repartidas en dos etapas. La pasada campaña ascendió con el Menorca y ahora defiende los colores del Melilla, próximo rival del Obradoiro. Vivirá el partido desde la distancia, porque se ha resentido por segunda vez de un percance muscular en un gemelo. De acuerdo con el cuadro técnico y los servicios médicos, ha decidido no precipitar la reaparición. «Esperaba estar ya este domingo -comenta el pívot-, pero no va a poder ser. Confío en poder jugar la próxima semana».
Desde su actual destino ve al Obradoiro como uno de los equipos más fuertes de la categoría. «Tiene más presupuestos que nosotros -apunta-. Ha fichado a muchos jugadores de la ACB e incluso de la Euroliga. Es un conjunto muy competitivo que viene de ganar fuera con solvencia. Nosotros iremos de la manera más humilde a ponerle las cosas difíciles. Los he visto poco, pero conozco a casi todos los jugadores. Aunque llegaron tarde al mercado han hecho un gran equipo».
De cara al encuentro del domingo, prevé que una de las claves puede estar en que «el Obradoiro tiene un juego interior de primer nivel». Y a eso se le suman los problemas del Melilla en la pintura: «Nosotros estamos mermados dentro. Yo no voy a poder jugar y Curtis acaba de llegar. Le falta algo de adaptación». No obstante, avisa al conjunto santiagués de que no se confíe: «Vamos a tratar de hacer algo grande».
Insiste en que si el Obradoiro no hace las cosas bien «el Melilla va a estar ahí, al acecho. Hay tres bajas, pero los demás jugadores están al cien por cien».
Añoranza de las tapas
Montañana guarda un buen recuerdo de su paso por Santiago. Lo que más añora son «las tapitas. Eso de bajar de casa y tomarte algo en un bar es un lujo». Lo que no echa en falta para nada es «la lluvia». En ese sentido, está en el destino adecuado porque en el mes y medio que lleva en Melilla todavía no ha visto «ni una gota».
Para él, que militó en el Rosalía, ver que ahora el equipo de LEB Oro es el Obradoiro le resulta un tanto curioso: «Cuando estaba ahí ya se decía que iba a salir en la ACB. Pero también había rumores de que no lo iban a conseguir. Lo consiguió, estuvo un año y eso para Compostela fue algo grande».