Como estaba previsto, deja pendiente el canon y el fondo de regulación
15 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Lo del Obradoiro y la ACB empieza a ser como una larga partida de cartas en la que las dos partes administran y miden con mucha prudencia cada movimiento, cada jugada.
Sigue abierto el asunto de la cuota de ingreso y del fondo de regulación de ascensos y descensos, en el que ambas partes mantienen interpretaciones divergentes. En todo caso, y a la vista de las alegaciones presentadas por el club, la ACB ya ha anticipado que la cuestión se tratará en la asamblea y que serán sus integrantes los que decidan sobre el particular.
Son los dos puntos en litigio entre ambas partes. Con relación a los demás apartados, el Obradoiro envió ayer a la sede de la ACB la documentación reclamada para la inscripción.
El presidente, Raúl López, se muestra hermético y optimista al ser preguntado sobre el canon y el fondo de regulación de ascensos y descensos. Confía en que todo llegue a buen puerto. De hecho, a partir de la próxima semana está previsto empezar a poner sobre la mesa cifras relacionadas con el presupuesto de la campaña 11/12.
En esta primera quincena de junio, y una vez consumado el ascenso en Burgos, los esfuerzos del club están centrados de manera casi exclusiva en tratar de no dejar ningún cabo suelto para poder inscribir al equipo en tiempo y forma.
A la espera de la asamblea
La asamblea que se celebrará la próxima semana, en fecha todavía sin confirmar, puede marcar un punto de inflexión en esa batalla.
En todo caso, el Obradoiro quiere ir ganándole tiempo al tiempo e ir sentando ya las bases del proyecto deportivo para el nuevo curso.
La asamblea será importante porque, salvo sorpresa, se pronunciará acerca del canon y el fondo de regulación. Pero también debe tratar el marco normativo para las contrataciones de la temporada próxima.
El sistema de cupos vigente hasta ahora no se ajusta a las exigencias de la Unión Europea, por lo que deberá ser modificado. Pero no está claro cuál será el nuevo modelo. Conciliar los intereses de los clubes, la federación y los jugadores españoles se perfila como una tarea bastante complicada. En todo caso, mientras no se decida el marco para la temporada venidera, planificar las plantillas se convierte en un ejercicio de riesgo.
La asamblea promete estar cargada de interés. Sobre todo porque será la primera en la que se empezará a ver hasta que punto el golpe de mano dado por los clubes para limitar el poder del presidente, Eduardo Portela, imprime un cambio de rumbo en la patronal.
Son muchos los frente abiertos en la ACB y, entre ellos, el que atañe al Obradoiro, que sigue dando pasos sin pausa pero sin prisa. No quiere apartarse un ápice de su plan de ruta.