Mientras Gasol se relaja y Dallas celebra aún el título de la NBA, el resto del mundo baloncestístico ya mira con preocupación la próxima temporada, en la que podría no haber baloncesto en Estados Unidos. Cuando los festejos en Dallas se apaguen y se limpie el confeti, también los Mavs se darán de bruces con la realidad: quizás no puedan defender su título. El 30 de junio finaliza el acuerdo laboral entre la Liga y el sindicato de jugadores. Si hasta ese momento no hay acuerdo, los jefes de los equipos podrán dejar en la calle a los jugadores por el llamado lockout (cierre patronal). Incluso el alemán Dirk Nowitzki podría ver cómo le cierra la puerta el propietario de los Mavs, Mark Cuban, con el que mantiene una estrecha relación de amistad. Pero cuando se habla de negocios en la NBA, los sentimientos quedan a un lado. Según la mejor liga de baloncesto del mundo, 22 equipos terminaron la temporada con pérdidas. En total, la NBA cifra el déficit en 300 millones de dólares, pero el sindicato duda de esos números. La pasada semana ambas partes se reunieron en Dallas, pero el acuerdo no llega. «No fue apasionada, pero sí una conversación buena y sincera, y eso es bueno», dijo diplomático el comisionado de la NBA, David Stern. El ex jugador Charles Barkley fue más claro: «Es todo muy sucio y es una pena, porque acabamos de terminar una temporada fantástica. Para ser sincero, me sorprendería que hubiera baloncesto la próxima temporada». Los ingresos totales de la liga son de casi 4.000 millones de dólares. Stern quiere que los salarios de los jugadores se limiten a 700-800 millones, algo que los profesionales no están dispuestos a aceptar. Además, se está negociando un límite salarial de 45 millones de dólares. Actualmente, los gastos de los clubes son muy dispares. Los Angeles Lakers tienen un presupuesto de 92 millones, mientras Sacramento Kings solo dispone de la mitad (44 millones). Si la Liga y el sindicato no se ponen de acuerdo a tiempo, la temporada 2011-12 podría no disputarse o bien reducirse sensiblemente. Nowitzki y el resto de las estrellas, sobre todo las europeas, ya han anunciado que en caso de lockout no se quedarán un año en casa. Las alternativas son Sudamérica, China y sobre todo Europa. Uli Hoeness ya ha manifestado su interés en contar con Nowitzki para el Bayern Munich, recién ascendido a la Bundesliga alemana.
Pero tampoco está claro si los jugadores recibirían vía libre por parte de sus equipos en la NBA. El último cierre patronal -hasta ahora- fue en la temporada 1998-99. La NBA comenzó el 5 de febrero de 1999 y la campaña regular se redujo a 50 partidos. Se dejaron de disputar 464 encuentros, los profesionales perdieron más de diez millones de dólares en salarios y los propietarios, diez veces más en ingresos.