Una inestabilidad crónica del tobillo ha llevado a Estefanía Hernández a pasar por el quirófano y apartarse temporalmente de la competición.
En el 2004, y tras discrepancias entre varios médicos que dudaban entre hacer que la deportista pasase por el quirófano o no, fue operada de una lesión en la articulación del pie. «Durante un tiempo estuvo bien hasta que volvió a recaer y después de eso, las torceduras en su pie comenzaron a hacerse más frecuentes hasta el punto de que llegaron a condicionar tanto su vida deportiva como el día a día», explica el doctor Rafael Arriaza.
En esta última ocasión, Arriaza le aconsejó que se operase porque «con cada nueva torcedura, los huesos se golpeaban y dañaban el cartílago de la tibia y el astrágalo». Lo primero que hicieron fue una artroscopia para ver el estado de su tobillo y limpiar las cicatrices que se crearon por la suma de las lesiones. Para iniciar la recuperación, «lo primero es que los ligamentos se reinserten en el hueso y puedan cicatrizar en su sitio», explicó el médico. Este proceso hará que la deportista tenga el pie inmovilizado durante un mes o mes y medio.
El siguiente paso es la rehabilitación y la reeducación que realizará con los fisioterapeutas. «Estefanía lleva muchos años con una inestabilidad crónica en su tobillo y tendrá que acostumbrarse a una situación diferente que le cambiará incluso su patrón de movimientos», afirma Arriaza. Para ello necesitará dos meses. «En tres o cuatro meses podría estar compitiendo», concluye el médico.