El plan de emergencias hace aguas en la N-547

Natalia Rodríguez Noguerol
n. noguerol ARZÚA / LA VOZ

SANTIAGO

En enero tres personas murieron en la N-547.
En enero tres personas murieron en la N-547. álvaro ballesteros< / span>

El Grumir de Arzúa, que desaparecerá en mayo, fue la única brigada que intervino ayer en dos accidentes

03 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Son los primeros en llegar y los últimos en irse. Ese es el pan de cada día para los efectivos del Grumir de Arzúa en la carretera nacional N-547, donde ayer la brigada de emergencias volvió a prestar servicio en sendos accidentes de tráfico registrados en uno de los puntos negros del vial: en concreto, en las curvas de Ribadiso, donde el pasado mes de enero fallecieron tres miembros de una misma familia. A diferencia de entonces, ayer no hubo que lamentar la pérdida de vidas humanas, pero los siniestros sirvieron para poner en tela de juicio el nuevo plan de emergencias diseñado por la Xunta y la Fegamp.

La planificación, que teóricamente entró en vigor esta misma semana, deja a Arzúa sin Grumir por albergar la sede de un parque comarcal de bomberos y, sin embargo, fue la brigada de emergencias la que asumió las intervenciones. Los doce efectivos que actualmente la integran tienen contrato hasta mediados del próximo mes de mayo, por lo que la pregunta que se hacen es quién atenderá desde esa fecha los accidentes de tráfico que, como los de ayer, no revisten mayor gravedad. Difícil respuesta.

El servicio de los bomberos no fue necesario porque intervienen cuando hay que realizar alguna excarcelación, tal y como cuentan los efectivos del Grumir, que ayer no solo se encargaron de atender hasta la llegada del 061 a la mujer accidentada en la salida de vía por la que recibieron aviso del 112 a las once menos cuarto de la mañana. También tuvieron que señalizar el accidente, regular el tráfico rodado, que fue necesario desviar, y realizar las labores de limpieza de la carretera.