El alcalde de Santiago admite ahora que sabía que iban a expedientar al policía que le denunció por acoso

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO DE COMPOSTELA

SANTIAGO

Álvaro Ballesteros

El ex concejal de Tráfico y la exasesora de Seguridad se negaron a declarar

04 abr 2014 . Actualizado a las 22:06 h.

El alcalde de Santiago, Ángel Currás (PP), ha vuelto a declarar esta mañana como imputado en el caso del exsubjefe de la Policía Local, José Antonio Carril, que le ha denunciado por acoso y prevaricación porque considera que fue apartado ilegalmente del cargo.

El regidor ha respondido a las preguntas de la jueza y de la fiscal, pero se ha negado a contestar a las del letrado del policía, que ejerce la acusación particular.

Currás, que en su primera comparecencia judicial dijo no saber nada de los expedientes disciplinarios abiertos contra el agente, ha cambiado ahora su versión y ha admitido que sí los conocía, pero ha alegado que no eran de su competencia, sino de la de su exconcejal de Tráfico, Albino Vázquez Aldrey, y de la de su exsasesora de Seguridad, Mar Hinojosa. Ambos están también imputados.

Al alcalde no le ha quedado más remedio que modificar su versión debido a que, tras el archivo inicial de su imputación, la jueza de Lugo que instruye la Pokémon, Pilar de Lara, remitió a Santiago grabaciones telefónicas realizadas durante la investigación de esa operación en las que se evidencia la existencia de un plan para abrir un expediente sancionador y apartar de su cargo al que era subjefe de la Policía Local de Santiago. Fueron esas grabaciones las que hicieron que el caso volviese a abrirse y que Currás volviese a ser imputado.

Por su parte, tanto el exconcejal de Tráfico como la exasesora de Seguridad del Concello compostelano se han negado a responder a las preguntas de la jueza y la fiscal. Sí lo ha hecho el que era jefe de gabinete del alcalde, Ángel Espadas, que no ha querido valorar su interrogatorio cuando ha abandonado los juzgados.

Espadas fue imputado cuando se conocieron las grabaciones, realizadas porque algunos de los protagonistas de este caso estaban siendo investigados en la Pokémon. Él era jefe de gabinete del exalcalde Gerardo Conde Roa, que tuvo que dimitir por defraudar a Hacienda y que también está imputado en el caso aunque hoy no ha tenido que declarar.

El policía local asegura que su enfrentamiento con el gobierno local del PP surgió cuando se negó a hacer desaparecer la multa que le fue impuesta a Espadas cuando, estando los populares aún en la oposición, fue sorprendido por una patrulla borracho y dormido al volante de su coche y parado en un semáforo. El escándalo le obligó a dimitir como concejal.