El club empezará a trabajar en el nuevo proyecto ofreciendo la renovación a Santi Valladares y sus ayudantes
21 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El Santiago Futsal trabaja ya en el proyecto 2015/16. Y, a diferencia de las últimas temporadas, sabe cuánto debe y cuál es el calendario de pagos que debe afrontar, una vez que el Juzgado de lo Mercantil Número 2 de A Coruña ha dado por concluido el proceso concursal que se pusiese en marcha el pasado mes de julio.
El primer movimiento será ofrecer la renovación al cuerpo técnico. En lo que respecta a la plantilla, cabe significar que solo tienen contrato en vigor los argentinos Lucas Bolo y Gallego Rodríguez, así como el cierre Hugo Sánchez.
De los demás, es segura la marcha de Diego Quintela, que se despidió de la afición el viernes a la conclusión del partido ante el Peñíscola. Salvo sorpresa mayúscula, recalará en el Barcelona, aunque cabe la posibilidad de que la próxima campaña la juegue en calidad de cedido por el club azulgrana y ahí podría tener alguna opción de repesca el Santiago Futsal.
Punto y final a la restricciones
Al regularizar la situación con Hacienda, el club puede volver a solicitar las ayudas que anualmente convocan las distintas administraciones públicas. Y no pesará sobre el día a día económico de la entidad la amenaza de embargos instados por la Agencia Tributaria.
La deuda queda estructurada en tres bloques, con sus correspondientes calendarios de pagos: el de la deuda privilegiada (Hacienda y salarios pendientes), al que debe hacer frente en tres años; la ordinaria (representantes, alquileres, gastos médicos etcétera), a cinco años; y la subordinada (préstamos de socios al club y deuda tramitada tardíamente), a diez años. En la ordinaria y la subordinada la quita ha sido del cincuenta por ciento. De la cuantía y el desglose informará hoy pormenorizadamente el club.
Entre tanto, la plantilla prepara el último partido de la temporada. El viernes visitará al Palma Futsal.
Por delante quedará algo más de un mes en los que continuarán los entrenamientos, pero a menor ritmo. El club pretende aprovechar este margen de tiempo para organizar algún partido amistoso y programar actos sociales en los que participarán los jugadores.