Ramón García, presidente del Santiago Futsal: «Me quedo con la carta de un niño a Amancio Ortega pidiendo apoyo»

SANTIAGO

Aún asimila la sinfonía de sensaciones en un mes en el que el club logró revivir
29 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Ramón García Seara (Santiago, 1966), presidente del Santiago Futsal, lleva un mes de diciembre difícil de metabolizar. Particularmente el día 18, una jornada en la que el club tenía el acta de defunción redactada y en la que, contra pronóstico y contra el crono, muy en el límite, se levantó de la mesa de operaciones. Superada la Navidad, el dirigente repasa esos días de locura y echa la vista al frente con renovado y cauto optimismo.
-Imposible olvidar el viernes 18.
-Fue un día muy intenso. Ya los tres anteriores, porque apuntaban soluciones pero no terminaban de cuajar. Llegamos a la hora del partido sin nada concreto.
-¿Lo vio todo perdido?
-Justo antes del partido me di cuenta de que era muy difícil que surgiese algo a lo que aferrarnos para intentar seguir. Fueron momentos de desmoralización, porque nada había fructificado.
-¿Cuándo lo vio salvado?
-Salvado no, pero sí encarrilado. Ante toda esa desesperación surgió un patrocinador dispuesto a poner un poquito más, intentando generar un poco de tranquilidad económica en el club y ganar tiempo para que compromisos que no estaban cerrados, pero tenían opciones de llegar a buen puerto, se pudiesen cerrar.
-¿En situaciones tan delicadas afloran decepciones y sorpresas?
-Afloraron sorpresas muy desagradables. Falló gente que nunca te imaginabas que iba a fallar y ves conductas que nunca te esperas. Pero también surgieron conductas positivas de tal intensidad que te llevan a olvidar lo malo y quedarte con los bueno.
-Con el electrochoque el Santiago Futsal volvió a la vida y ahora tienes dos retos: acabar bien el curso y tratar de afianzar el proyecto. ¿Es este el contexto?
-Sí. Ahora estamos volcados en el presente, que es lo que nos absorbe. Trabajar a medio plazo es una labor complicada, por la experiencia de estos años. Pero estamos en ello. Y una de las cosas que queremos es generar más vida social alrededor del club.
-Desde el viernes 18 hasta hoy, ¿cuántos pagos han abonado?
-En estos días hemos afrontado una deuda de unos 70.000 euros, en varios conceptos.
-Luego, para acabar el curso, aparte de cantidades que ya están presupuestadas y encauzadas, necesitan generar unos 80.000.
-Ese es el escenario. Intentaremos que toda esta fuerza que se generó nos permita lograrlos.
-«¿Entonces, para que sirve la utopía? Para eso sirve, para caminar». ¿Sabe de quien es la cita?
-¿De Eduardo Galeano?
-En efecto. ¿Explica el sinvivir de estos días?
-Creo que el Futsal tiene que ser viable. Puede parecer una utopía, pero hay una base para que el proyecto sea estable.
-Rescato otra cita: «Somos lo que hacemos para cambiar lo que somos». ¿Vale para el Santiago Futsal?
-Es profunda... Si haces lo que haces para cambiar lo que eres, en el fondo es que no estás muy contento con lo que eres. No es nuestro caso. Somos un club cargado de valores positivos y eso cuesta hacerlo. Son los que te empujan a seguir y los que generan reacciones como las que han tenido el vestuario, los trabajadores y la afición. Con otro modelo no sé si sería posible todo esto.
-¿Alguna vivencia que le haya tocado de lleno el corazón en los últimos días?
-Es injusto quedarme con una, porque hubo muchas. Me quedo con las reacciones en la base, como la carta de un niño a Amancio Ortega pidiendo apoyo.
El afecto no paga facturas pero mueve montañas. La frase resume lo sucedido en la jornada en la que el Jaén visitó Sar, el día en el que el club encontró una salida para su viabilidad. «Fue más un día de sentimientos que de formación de contratos -indica Ramón García-. Fue una tarde de una gran carga emotiva».