El Consorcio restaura la biblioteca histórica del IES Xelmírez I y rescata 6.000 volúmenes para la lectura
SANTIAGO

Ocho meses de trabajo de la conservadora y restauradora Barca Cereijo, con la inversión de 22.000 euros por parte del Consorcio, han cambiado la biblioteca histórica del Xelmírez I. Seis mil libros se han rescatado para la lectura, con una limpieza y aspiración pormenorizada para facilitar su uso. Además, se han arreglado las instalaciones, con un nuevo sistema de ventilación, renovación de las ventanas, mejoras en el mobiliario e instalación de una caja fuerte para custodiar ejemplares valiosos. También se eliminaron el moho, suciedad e insectos que perjudicaban la conservación, y se fotografiaron obras. Se catalogaron asimismo 3.000 volúmenes, según los criterios actuales.
El alcalde y presidente del Consorcio, Martiño Noriega, y la gerente del Consorcio, Belén Hernández, conocieron ayer la actuación realizada. Y comprometieron una segunda fase, el próximo año, que consistirá en el tratamiento de los 17 volúmenes (11 de ellos con láminas) de L’Encyclopédie ou Dictionnaire Raisonné des Sciences, des Arts et des Métiers.
Noriega y Belén Hernández resaltaron el valor de esta biblioteca, que permite conocer cómo evolucionó la enseñanza en Galicia, sobre todo, desde mediados del siglo XIX y primeras décadas del XX. Noriega enfatizó la «profesionalidade» del trabajo efectuado estos últimos meses, y Hernández avanzó el interés en organizar una exposición pública, cuando finalicen las actuaciones, para difundir este valioso patrimonio bibliográfico.
El director del instituto, Manuel Portas, destacó que los archivos documentan cómo en los inicios del centro, quien entonces ostentaba la dirección, viajaba a París para comprar diversos materiales, que ahora sorprenden por su enorme interés. Algunas de las obras que se conservan son incluso de difícil localización ahora. Se destacaron, además de la citada Enciclopedia francesa, una edición de la Geographia de Estrabón, en latín, editada en Basilea en 1523; la Opera Omnia Senecae, en latín, de 1605; los Atlas de Dufour, Tomás López o el del Mundo Clásico de Spruner-Menke; una Divina Comedia de Dante ilustrada por Gustavo Doré, de 1872; numerosos volúmenes clásicos y un Quijote de 1870.
Noriega y Hernández también conocieron, y se sorprendieron, del Laboratorio de Ciencias histórico del Xelmírez I, que está integrado en la red del Museo Pedagóxico de Galicia, de la Xunta.