Santiago Futsal, el que resiste gana

Manuel García Reigosa
m. g. reigosa SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

El club está inmerso en una temporada que tiene la llave para el reencuentro con la estabilidad económica

10 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada fin de semana diecinueve equipos y más de doscientos jugadores saltan a la cancha con el escudo del Santiago Futsal en el pecho y con los valores del club por bandera. Y eso es así, en gran medida, por el trabajo de años y porque todos los estamentos están alineados en una misma dirección, poniendo todo de su parte para sortear las dificultades económicas.

Los jugadores y los empleados no han levantado el pie del acelerador en ningún momento, pese a que hay retrasos. Los dirigentes se implican, si bien su radio de acción es limitado. De haber alguien con la capacidad económica suficiente para adelantar el dinero, el panorama se simplificaría notablemente. Porque ahora el problema es más de falta de liquidez que de ingresos encauzados para acabar el curso. Y la fidelidad de los seguidores está por encima de las circunstancias.

En cualquier caso, la situación ha mejorado sustancialmente respecto a campañas anteriores, en las que el Santiago Futsal estuvo a un paso de la autopsia que hubiese certificado un adiós por ahogamiento. Fue hace poco más de un año, en el célebre partido ante el Jaén, en el que consiguió sacar la cabeza del agua.

El presupuesto de esta campaña se situará finalmente en torno a los 400.000 euros. Y antes de que acabe el año, el club debe terminar de abonar otros 100.000 para liquidar la deuda privilegiada con Hacienda y la Seguridad Social. A partir de la próxima temporada ese frente desaparece. Si mantiene el presupuesto, que ya está aquilatado al máximo, el Santiago Futsal tendría que generar 400.000 euros, 100.000 menos que en esta.

Queda mucho que remar, pero por primera vez en mucho tiempo el club no se ve en medio del océano sino que atisba la orilla. Y hacia allí se dirige, para poder iniciar nuevas singladuras sin sufrir los embates económicos con la fuerza de los últimos años.

Lo que no cambia es la filosofía, que tiene a la cantera en el epicentro del proyecto. En el derbi ante el Burela, tres de los jugadores que participaron pasaron por la academia de las categorías inferiores. Y faltaban David Palmas, lesionado, y Diego. Jugaron Pablo Tallón, Santi y el último en incorporarse, Isma, que cuajó su mejor partido. Su progresión tiene mucho que ver con el cuidado en la alimentación, uno de los aspectos que no se descuida en la base.

Pero hay otros, menos conocidos y no menos importantes. Hace ya años, cuando empezaban a asentar los cimientos de la cantera, a uno de los mejores jugadores le abrieron las puertas de salida porque al club llegaron rumores de que además de manejarse muy bien con el balón también tenía cierto arte para el menudeo comercial ilícito. Antes comprobaron que aquellos avisos no iban mal encaminados.

Atención a los estudios

Los estudios tampoco pasan inadvertidos en el día a día. Se puede suspender, pero no está permitido desentenderse de los libros. Y, mucho menos, falsificar las notas. Por esa puerta salió otra de las promesas que venía empujando con fuerza.

La formación está orientada a conseguir jugadores que lleguen al primer equipo, pero no a cualquier precio. Así se entiende que en la actualidad haya más de doscientas fichas repartidas en los equipos de la base. Y no son más porque no es posible conseguir instalaciones para poder atender toda la demanda.

Diego Quintela, que firmó por el Barça pero que antes renunció a una buena oferta del Inter Movistar para no dejar al club en el momento más delicado, es uno de los productos de esa cantera. Como el internacional Pola, que llegó en edad juvenil. O David Pazos, que pasó por todas las categorías de la base.

El internacional Aicardo es otro de los jugadores que dio el salto para debutar en la élite con el Santiago. Lo mismo que Rubi, ahora una pieza clave en el Aspil Navarra. El juvenil Miguel Salgado, convocado esta semana por la selección española sub 16, es uno de los que está en la rampa de salida.

El club hace suya la máxima de Cela de que «el que resiste, gana». En esas está, contra viento y marea, saliendo del temporal hacia el reencuentro con la estabilidad económica.