El Bertamiráns combate los nervios con retranca

SANTIAGO

Cedida

Insta a los aficionados «muy revolucionados» a contar árboles

17 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En Galicia la retranca y la sencillez suelen mezclar bien y el Bertamiráns puede dar fe de ello. De un pensamiento en voz alta salió una campaña orientada a promover el buen comportamiento de los aficionados en la grada. El mensaje no solo ha calado sino que ve como se multiplica el eco y ya está en su última fase una nueva campaña orientada a incentivar el fair play fuera de los límites de la cancha de juego. El objetivo, en palabras del director de fútbol del club, Álex Parada, es que «los chavales no se sientan incómodos con lo que les llega desde fuera».

La primera campaña nació de la espontaneidad, de un comentario de un aficionado viendo a otro que se consumía y lo exteriorizaba con escasa autocensura: «Si está nervioso, que se vaya a contar árboles». Esa reflexión pasó al papel, a un cartel en el que se puede leer lo siguiente: «Atención, en este campo los protagonistas son los chavales. Los demás aplaudimos y animamos. Si se pone muy nervioso/a, al lado de la cafetería hay una puerta (puede ir a contar los árboles que están enfrente). Gracias por ayudar a que los chavales lo pasen bien».

Es un mensaje dirigido, especialmente, a «papás y mamás muy revolucionados», comenta Parada. Y aclara que va dirigido a todos, pero más a los de fuera, «que los de casa están muy concienciados». De lo contrario, también les vale la recomendación.

Desde que el cartel luce visible para todos, los nervios afloran menos. Cuando ha habido alguna excepción, suele aparecer alguien que recuerda que «la puerta para contar árboles está allí».

La campaña para esta temporada promete ser más elaborada porque tiene detrás un trabajo de base. El Bertamiráns ha pasado a todos los críos de los equipos de cantera que juegan en fútbol ocho una encuesta con tres preguntas: «¿Qué le pedirías a tu padre, madre o tutor?, ¿qué le pedirías a tu entrenador?, ¿qué escuchas desde la grada cuando estás jugando?». De las respuestas saldarán los nuevos mensajes.

El objetivo, tal y como explica Álex Parada, vuelve a ser el mismo: «Que los chavales no se sientan mal en el campo por lo que puedan ver u oír en la grada».

Porque lo que pasa fuera, les llega y les afecta. No hay más que recordar un episodio de este mismo año, en Portugal, protagonizado por un crío y reflejado en acta por el árbitro. Explicaba que, a la vista del comportamiento y los insultos proferidos por un aficionado, solicitó la presencia de la Policía de Seguridad Pública. Entonces se le acercó un jugador, que le pidió si le podía dar un abrazo. E inmediatamente el crío le comentó: «Árbitro, quiero pedirle disculpas por el mal comportamiento de mi padre».