Reforestar también es cosa de niños, sobre todo del Agro do Muíño

emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Sesenta y seis escolares de tercero de primaria participaron en el plan municipal de árboles bomberos en la zona de Ventosa

21 mar 2019 . Actualizado a las 09:54 h.

«Todos contra el fuego» fue uno de los lemas que más impactó en la ciudadanía para alertar del peligro y del daño de los incendios forestales. Concienciar a la población desde la edad más temprana posible de que hay que cuidar el medio ambiente es una de las máximas del programa Voz Natura, desarrollado en centros escolares de toda Galicia y promovido por la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre con el patrocinio de la Consellería de Medio Ambiente, la Deputación da Coruña, la Fundación Alcoa, El Corte Inglés y la Fundación Ramón Areces, y el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica.

El colegio Agro do Muíño, en Ames, es uno de los centros que participa en esta iniciativa, en esta ocasión con un proyecto que sirve para echar un cable y todas las energías posibles para ayudar en el programa de reforestación de las franjas forestales con especies consideradas bomberas, porque su frondosidad y su capacidad para frenar el crecimiento de la maleza los convierten en fieros enemigos del fuego,

Sesenta y seis escolares de tercer curso de primaria demostraron el pasado viernes que con la supervisión adecuada pueden convertirse durante unas horas en una eficaz brigada medioambiental. La prueba está en los 17 árboles plantados a primera hora de la mañana, una aventura que el grupo tenía que haber disfrutado hacía una semana, pero el fuerte temporal se lo impidió.

El viernes se sacaron la espinita y cumplieron como se esperaba con este proyecto, que plantea la reforestación con especies como castaños, cerezos, carballos y nogales, unas variedades que permiten dar un valor añadido a las parcelas reforestadas, sobre todo de propiedad privada, pero también municipal.

El grupo trabajó desde bien temprano, por lo que antes del mediodía ya estaban de vuelta en el colegio para seguir con la jornada lectiva.

Esta experiencia no es la única que van a vivir en lo que a medio ambiente se refiere, ya que en el colegio Agro do Muíño hay un pequeño huerto que cultivan estas brigadas ambientales, que lo mismo plantan un carballo con ayuda que cultivan fresas, lechugas y espinacas. Gracias a esta experiencia disfrutan de las frutas en el colegio y de vez en cuando ayudan a la nevera de la familia aportando alguna lechuga.

Además del cultivo, también conocen el mundo del reciclaje, ya que el colegio aprovecha los restos de la comida del comedor y de sus alimentos del recreo para hacer compost. También aplican la separación de los restos por el sistema de colores y componentes. «Disfrutan moito porque lles gusta a natureza, pero tamén deben coñecela para coidala e respectala. Canto antes o fagan, mellor», explica orgullosa Carmen Liñares, directora del colegio Agro do Muíño.