
A sus 59 años, Inés Tovar navega contracorriente y ha empezado a vender prensa y golosinas en Santa Marta, un tipo de negocio que ha ido cerrando en la ciudad
14 jul 2019 . Actualizado a las 12:13 h.Ahogados por la falta de ingresos y la caída de ventas, sin relevo generacional, los quioscos de barrio han ido cayendo, poco a poco, como los ancianos aquejados de un buen puñado de enfermedades crónicas,
Contenido exclusivo para suscriptores