El alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, mostró ayer su respeto por la decisión de Martiño Noriega y Rafael Peña de renunciar a la política activa, pese a considerar que «é unha mala nova que persoas coma eles se retiren da primeira liña». Con todo, no descarta que «calquera dos dous» pueda reanudarla, porque «son dúas persoas con vontade e capacidade política demostrada» a las que ha agradecido «o labor que desempeñaron estes anos ao servizo da cidadanía compostelá». Pese a las diferencias «que puideron existir, aportaron o seu traballo» y «tiveron un papel moi relevante na cidade», apuntó ayer Bugallo, aparte de desearles éxito.
Pero los de Noriega y Peña no son los únicos cambios que registrará la corporación en los próximos meses. También dejará Raxoi la socialista Noa Díaz, que este domingo se hizo con un escaño en el Parlamento como número dos de la candidatura del PSdeG por A Coruña. En su caso, es previsible que no formule su renuncia hasta que tome posesión, en agosto, lo que situaría su baja oficial en Raxoi en septiembre. Agosto es inhábil para la convocatoria de plenos, por lo que Rozas y Duro tampoco se podrán incorporar hasta septiembre.
A Díaz la sustituirá Rubén Prol Mariño, graduado en Derecho y miembro de la ejecutiva de Xuventudes Socialistas. Su marcha anuncia mudanzas en el gobierno. Aunque esa sustitución podría conllevar la asunción automática de sus competencias (Educación, Mocidade, Igualdade e Política Lingüística), Bugallo afrontará algunos ajustes.