El sector del ocio nocturno se moviliza por su derecho a trabajar

claudia souto SANTIAGO / LA VOZ

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Lavandeira jr

Empresarios y empleados exigen diálogo con la Xunta, la reapertura inmediata y ayudas para poder paliar la crisis económica

09 oct 2020 . Actualizado a las 23:51 h.

El sector de la hostelería, y en concreto del ocio nocturno, se encuentra en una situación límite en toda Galicia. Y así han querido evidenciarlo la asociación compostelana del sector y la de bares, pubs y discotecas con su respaldo ayer a la convocatoria estatal para la defensa del sector. Ambas clamaron por su derecho a trabajar, ante las limitaciones que se le han impuesto por la pandemia, en una protesta histórica en Santiago, donde no se recuerda una movilización del sector.

Los hosteleros salieron a la calle en una caravana de coches y motos adornados con lazos negros y carteles en los que se leían las siglas DEP. Partió del estadio de San Lázaro y llegó a las puertas de la Xunta entre pitidos, bocinazos y gritos. La marcha recorrió las inmediaciones del edificio autonómico paralizando el tráfico durante 20 minutos. Al terminar, se asentaron frente a la puerta principal entre pancartas de «salvemos la hostelería», «xa basta!» y «non á criminalización da restauración». Fue entonces cuando Sergio Fernández, el portavoz de Hostelería Compostela, proclamó lo que pretende el colectivo con esa iniciativa.

El sector no ve justificado el cierre de establecimientos nocturnos

Desde el colectivo han querido mandar un mensaje de auxilio por la crisis del sector, la inviabilidad económica en el actual contexto y el que consideran un cierre indiscriminado de los locales de ocio nocturno. Tras ocho meses de lucha para intentar sobrevivir, los hosteleros con pubs y discotecas se encuentran con los locales cerrados, pero con los mismos gastos que antes, dicen. No reciben ingresos de ningún tipo, pero deben mantener el alquiler, los seguros sociales de los trabajadores, la luz, el agua... todo «sen ningunha axuda nin colaboración da Xunta ou das institucións» aclaraba Lucía Vázquez, presidenta de la Asociación de Bares, Pubs y Discotecas.

Reclaman explicaciones por el cierre de establecimientos, que consideran que fue sin causa justificada. Vázquez relató como tras dos meses sin ocio nocturno «a pandemia non se controla e os datos non melloran. É evidente que as medidas non funcionan e atopámonos con máis botellóns ou con máis festas ilegais. Estas cousas non se darían na hostelería. Habería un ocio controlado e coas medidas hixienico-sanitarias pertinentes».

El sector exige diálogo directo con la Xunta y la inmediata suspensión del decreto del 15 de agosto que no les permite trabajar, dicen. En caso de que no fuera posible por la situación sanitaria, piden unas ayudas concretas que les faciliten mantener una viabilidad económica.

Las licencias especiales para convertir locales en café-bar diurno «son solo un parche»

Los hosteleros consideran solo «un parche» las licencias especiales para convertir estos locales en cafe-bar diurnos. «A xente que decidiu abrir nesas circunstancias é para paliar unhas pérdidas tremendas e poder evitar despidos. Non é para sacar rendibilidade económica», afirmaba Vázquez. Para Sergio Fernández, la mejor ayuda que les pueden dar es dejarles trabajar: «Si nos dejan volver no hace falta que nos subvencione nadie, nosotros somos quienes con nuestro trabajo y esfuerzo nos autosubvencionamos. Lo hicimos toda la vida, hemos pasado por muchas crisis y somos un sector siempre en reconversión».

«¿El coronavirus duerme de día?»

«¿Qué estudios demuestran que el covid esté directamente relacionado con la hostelería?», se pregunta Isabel Domínguez, extrabajadora del sector. «Y más con el ocio nocturno! ¿El covid duerme de día? Parece que en los aviones llenos nunca pasa nada, solo en los bares. No nos dejan trabajar».

«No hay ingresos, nos asfixiamos»

El pub Atlántico no tiene beneficios desde el mes de marzo y Pilar Fernández afirma que no hay motivo real para estar cerrados. «Nos coartan totalmente nuestro espacio de trabajo. Llevamos 40 días sin abrir, no somos los culpables de que haya más casos», dice esta profesional del sector.

«No veo salida ante esta situación»

Martín Zarauza, del pub Lucille, cuenta como antes de la pandemia eran cuatro personas asalariadas y dos autónomos. «Ahora somos dos autónomos con un nivel de endeudamiento en créditos ICO de 18.000 euros solo por mantenernos abiertos. No vemos una salida».

«Lo peor es la incertidumbre»

El Rock Café tiene licencia de café-bar pero debe cerrar antes de lo normal, y «en esas dos horas se nota mucho la diferencia», dice Laura Rey. Considera que controlar el aforo es necesario pero «el tema de limitar los hoaraios no lo veo bien. Nos perjudica gravemente».