Las aerolíneas llenan en Santiago 41 aviones menos cada día por el covid

s. lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Preparan más ajustes al caer la demanda, con la mitad de vuelos que antes de la crisis

28 nov 2020 . Actualizado a las 21:42 h.

La crisis del coronavirus arrecia y muestra su peor cara en las primeras rampas de un otoño que se presenta gélido para los sectores estratégicos de la ciudad. Uno de los más afectados es el turístico, que en el verano pasado experimentó una caída de la actividad que dejó registros negativos que no se recuerdan. Aunque el indicador que mejor explica la dimensión del problema en ese ámbito es el desplome del tráfico comercial del aeropuerto. El motor que encadenó cuatro récords anuales consecutivos funciona ahora al ralentí. De transportar 2,22 millones de pasajeros durante los tres primeros trimestres del 2019 ha pasado a mover apenas 773.000 en el mismo período de este año. Son 1,45 millones de viajeros menos en estos nueve meses y a las puertas del Xacobeo. En septiembre pasado las aerolíneas que operan en el Rosalía de Castro trasladaron a 186.476 personas menos que hace un año. Es como si hubieran dejado de volar cada día 41 aviones con 150 pasajeros a bordo.

Estos datos ensombrecen todavía más el tenebroso panorama que dejó el peor verano de Lavacolla desde que hay registros. Por el aeródromo compostelano pasaron 233.816 viajeros entre julio y agosto, cuando un año antes en esos mismos meses vacacionales por excelencia la terminal había atendido a 597.499 usuarios. Si se incorporan los datos de septiembre a ese balance estival, Lavacolla cerró el tercer trimestre con 550.159 pasajeros menos de los que atendió el año pasado.

La caída en la demanda coincide con el repliegue en la oferta de las aerolíneas, que encadenan ajustes en las programaciones desde que en junio pasado reanudaron en Santiago la actividad que había quedado paralizada durante el confinamiento. En los nueve primeros meses del año, el Rosalía de Castro suma 8.477 operaciones, menos de la mitad de las 17.254 que acumulaba en la misma altura del 2019.

Compañías en mínimos

Todos estos datos sitúan en mínimos los balances de tráfico de las principales compañías que operan en el aeropuerto compostelano. En lo que va de año, Ryanair ha perdido casi 620.000 clientes en sus vuelos en Santiago, al pasar de 949.962 entre enero y septiembre del 2019 a 330.411 en los tres primeros trimestres de este año. Vueling ha cedido en ese período más de 314.000 viajeros (de 510.731 pasó a 196.389); Iberia Express, cerca de 250.000 (de 354.384 en el 2019 a 105.291 en este año); y EasyJet, más de 60.000 (en el 2019 tuvo 104.764 y en este ejercicio lleva 38.168). Todas ellas ya rebajaron notablemente sus programaciones.

El primer recorte ya penalizó los enlaces con el extranjero para reforzar los de Madrid y Barcelona

A falta de que las aerolíneas concreten nuevos ajustes en sus programaciones, en línea con las medidas que ayer deslizó Ryanair, la programación que avanzaron en agosto para la temporada de invierno que arranca a finales de este mes ya incorporaba una revisión a la baja de sus servicios, con la idea de preservar las rutas más rentables y prescindir del resto. Ese criterio llevó a Ryanair a mantener las tres frecuencias semanales con Londres, en la que es la única conexión gallega con la capital británica. También planeó potenciar desde final de mes los enlaces con Madrid, Barcelona, Palma y Valencia. Ahora esas previsiones quedan pendientes de confirmación. Por su parte, Vueling sigue despachando billetes para Ámsterdam y París.

Ryanair deja en el aire el alcance de otro tijeretazo en sus servicios y de «importantes recortes» en las bases

La primera aerolínea en Santiago en volumen de tráfico comercial sigue ajustando su programación sobre lo ya recortado anteriormente, aunque sin concretar el alcance que ese nuevo tijeretazo tendrá sobre sus operaciones en el aeropuerto. Ryanair anunció ayer que, «considerando la caída de reservas» y el plan de la compañía de «operar con una ocupación del 70 %», ha decidido reducir «aún más» su operativa en la temporada de invierno, esto es, entre finales de este mes y abril del 2021.

Según la aerolínea, ese ajuste implica disminuir su capacidad del 60 al 40 % en comparación con el año pasado. «Ryanair espera mantener hasta el 65 % de su red de rutas de invierno, pero con frecuencias reducidas», subrayan desde la low cost irlandesa. Eso sí, no precisan qué impacto tendrán esas decisiones en el Rosalía de Castro. Tampoco confirman si afectarán a la terminal compostelana los «importantes recortes» que asegura que aplicará en sus bases de España, Bélgica, Alemania, Portugal y Viena, además del cierre durante la temporada de invierno de las de Cork, Shanon y Toulouse. La aerolínea enmarca estas decisiones en el «aumento de las restricciones impuestas por los gobiernos de la UE», unas medidas que, aseguran en Ryanair, «han provocado que las reservas anticipadas disminuyan ligeramente en octubre y de manera significativa en noviembre y diciembre».