En la provincia hay siete grupos de desarrollo con proyectos desde el 2014
19 oct 2020 . Actualizado a las 17:08 h.Emprender en el rural es una aventura cargada de obstáculos, pero también de ayudas. Especialmente las de la Axencia Galega para o Desenvolvemento Rural (Agader), que gestiona los fondos Leader con los que han fructificado en la provincia de A Coruña, o están en proceso para conseguirlo, 324 iniciativas durante los últimos seis años.
Así lo confirma esta entidad, que aportó una financiación que ronda los 16 millones de euros. Esta inyección económica fue vital para que los proyectos seleccionados, con una inversión más de 42 millones de euros, pudiesen ver la luz.
La comarca coruñesa ha sido la más activa en la presentación de ideas para promover el desarrollo rural y permitir el asentamiento de población al tramitar 51 expedientes. Proporcionalmente Ordes la supera, al generar 43 iniciativas. En este ránking también destaca el área de Betanzos, con 32 propuestas avaladas, mientras que la comarca de Santiago cursó 23, dos menos que Arzúa. El resto de expedientes se los reparten A Barcala (8), Barbanza (9), Bergantiños (16), Eume (14), Ferrol (16), Fisterra (10), Muros (5), Noia (15), O Sar (5), Ortegal (8), Terra de Melide (18), Terra de Soneira (14) y Xallas (11).
Estos proyectos están gestionados en el período 2014-2020 por los GDR Deloa; Terras de Compostela; asociación rural Ulla, Tambre, Mandeo; Comarca de Ordes; Costa da Morte; Mariñas-Betanzos y Seitura.
Cabañas con vistas a Compostela y una bodega de albariño de la subzona del Ulla
Uno de los singulares proyectos gestionados por el Grupo de Desenvolvemento Rural Terras de Compostela es el de Enoturismo María Manuela, que se hizo realidad en noviembre del año pasado con la apertura de un apartado establecimiento hostelero con seis cabañas de madera (una de ellas accesible) con todas las comodidades y un sinfín de lujos. Este particular alojamiento está ubicado en el corazón de una carballeira, en plena armonía con la naturaleza y con espectaculares vistas.
Además, el complejo rural tiene el valor añadido de que su puesta en funcionamiento permitió preservar los carballos del lugar de O Pazo, que están muy ligados a la historia de María y Manuela, las mujeres que dan nombre a estas cabañas, ya que Nieves Millán, nieta e hija de ambas, es quien está detrás de este plan emprendedor, en el que implicó a su familia más directa: Moisés Rodríguez y a Adriana y Blanca, hijas de ambos.
La iniciativa, que recibió una subvención del Agader de más de 175.000 euros, aprovecha que el municipio de Boqueixón pertenece a la Subzona del Ulla de la Denominación de Origen Rías Baixas, por lo que también está pensada para rentabilizar este valor añadido con una pequeña plantación de albariño que está creciendo y que en María Manuela quieren convertir en una bodega que transforme las uvas de la explotación en albariño del Ulla. Cuando esta parte esté concluida, las cabañas funcionarán como complemento al proyecto de turismo enológico, combinando bosque y viñedo en uno de los municipios más rurales de la comarca compostelana.
De antiguo aserradero en Miño a centro de apoyo a la producción agrícola y ecológica
Uno de los proyectos que está a punto de ver la luz es el Centro de Apoio e Servizos ao Sector Hortofrutícola Sustentable, en Miño, promovido por Horta do País, una iniciativa de Cristina Bañobre que supone, según sus palabras, dar «un paso máis» tras la aventura vital y emprendedora que inició con Daterra do país, que arrancó cultivando en tierras de su familia patatas, cebollas y grelos.
«Queremos dar un paso adiante para que a horta e o agro galego amosen a súa produción de calidade e poidan ir máis alá co noso proxecto de formación e de divulgación, que será para a nosa empresa e para que calquera outra emerxente poida ter axuda desde cero para facer, por exemplo, un bo queixo, unha boa mel, ou calquera produto agroalimentario», explica. Quiere así «devolver todo o que nós recibimos da terra nestes 22 anos de traxectoria», indica Bañobre, que logró 200.000 euros de fondos Agader, a los que sumó el importe del premio del 2018 que le concedió esa entidad por su propuesta.
Horta do País aprovecha un antiguo molino de una parcela que en su día a punto estuvo de convertirse en una urbanización de chalés adosados mirando al mar, «e que daba medo». El pinchazo inmobiliario llegó casi en tiempo de descuento, evitando que el lugar se convirtiese en un cementerio de cemento con poco futuro y mucho feísmo.
Una de las gestiones que hizo Bañobre fue recalificar las tres hectáreas de suelo urbano a rústico. «Ese cambio é o que, para min, define o noso modelo, que nace de revalorizar o rústico con potencial agrogandeiro, porque é do que vivimos», añade.
A su futuro centro apenas le faltan detalles para una apertura que prevé antes de que termine el año y en la que tendrá especial importancia la gastronomía. Cuenta con la colaboración de la chef Beatriz Sotelo y aspira a que el centro «sexa un punto de partida para visibilizar e catar os nosos produtos». «Queremos potenciar a nosa cociña e a produción ecolóxica certificada nun centro multidisciplinar que axude ao futuro do noso agro e que quen queira poida atopar unha fonte de inspiración, vir preguntar e toparse con canles comerciais para o seu produto», avanza Cristina Bañobre.
La entidad nació en el 2000 adscrita a Economía y ahora depende de Medio Rural
La entidad Agader se constituyó con el inicio del milenio para promover el desarrollo del medio rural, una tarea que en todo este tiempo se ha centrado en la gestión de diferentes programas de la Unión Europea, especialmente Feder y Leader, de ahí que también asuma tareas de gestión y control de los programas ejecutados en los distintos Grupos de Densenvolvemento Rural, (GDR).
Esta agencia definió sus funciones al año siguiente, destacando su objetivo de «mellorar as condicións de vida e contribuír a frear o despoboamento». En sus inicios funcionó como una entidad adscrita a la Consellería de Economía, pero con la creación del departamento autonómico de Medio Rural pasó a depender de él.
Además de gestionar los GDR (hay 24 en Galicia y siete de ellos son de la provincia de A Coruña), Agader también cuenta con líneas de ayuda para la modernización de empresas no agrícolas que estén implantadas en áreas rurales. Y en el ámbito de la cooperación con otras administraciones gestiona el plan de mejora de caminos municipales, en el que pueden participar la mayor parte de concellos par mejorar las comunicaciones de núcleos rurales. En este caso, las ayudas suponen el 100 % del coste, con un presupuesto de 5.987.418 euros para este año y el mismo importe para el 2021.
Los concellos también pueden recibir ayudas del 80 % para la rehabilitación de mercados. El presupuesto reservado en este apartado suma 1.720.000 euros para este año y el 2021.